Jaime Giménez Arbe, conocido como «El Solitario», reconoció ayer en el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Castelló que fue el autor del atraco a una sucursal bancaria de la Vall d'Uixó en 2000, pero niega que tuviera intención de matar a los tres policías locales que resultaron heridos. «Asalté un banco, lo reconozco, pero la libertad y la vida son los valores máximos (...), yo no soy un asesino», dijo en su alegato final en el que negó también haber matado a los dos guardias civiles de Navarra por cuyo asesinato fue condenado a 47 años de prisión.

El fiscal, en sus conclusiones definitivas, mantuvo la calificación inicial de los hechos, por lo que acusa al atracador de tres delitos de homicidio en grado de tentativa en concurso ideal con atentado a la autoridad y uno de robo con violencia. En todos ellos aprecia la agravante de disfraz, ya que «El Solitario» utilizó barba postiza y peluca para «ocultar su identidad». Por ello, el Ministerio Público ha aumentado la petición de pena inicial de 31 a 33 años y 5 meses de prisión.

Por su parte, la defensa aseguró que sólo se le pueden atribuir las lesiones provocadas a los dos agentes a los que disparó en las piernas, pues «no ha quedado acreditado» que pegara un tiro al tercer policía herido -que viajaba en un vehículo todoterreno-. Califica los hechos de dos delitos de lesiones, ya que actuó «sin ánimo de matar», y un delito de robo, por los que solicita una pena de 3 años de prisión. No obstante, alega que estarían prescritos y pide que se aprecie la atenuante de dilaciones indebidas porque el proceso estuvo paralizado durante varios años: hasta agosto de 2007 no se reabrieron las diligencias y el procedimiento se volvió a interrumpir en dos ocasiones más hasta que en mayo de 2015 el fiscal presentó sus conclusiones.

El acusado quiso hacer uso de su turno de palabra en la última sesión del juicio para «aclarar» algunos puntos. «Yo asumí que herí a dos agentes en legítima defensa, si hubiera disparado al otro no lo habría ocultado», indicó. De la misma forma, aseguró que los dos policías «llevaban el arma en la mano a 90º», apuntándole a él, y que si no le dieron «es porque fueron realmente incompetentes». El atracador salió ileso pese a que los seis agentes de la Policía Local que intervinieron en la operación dispararon 63 veces frente a los 21 tiros que descargó él, según las pruebas periciales.

Por otra parte, Giménez Arbe, reprochó al tribunal las dilaciones indebidas del proceso: «Si otras audiencias, como la de Zamora, Navarra y Madrid, han sido capaces de pedir mi extradición a Portugal -donde se encontraba preso hasta 2015- para ser juzgado en España, lo podría haber hecho la Audiencia de Castelló». Además, invocó la Constitución para denunciar que la prisión provisional decretada fue «totalmente injusta», pues desde que se ordena la medida cautelar en 2007 hasta 2014 el acusado no supo «nada» de su situación judicial. «Me quedé en el limbo», señaló.

Relato de los hechos

El fiscal aseguró en su informe que «el acusado ha admitido en gran medida los hechos». Considera probado que hirió a los tres agentes, incluido el que viajaba en un coche, y que consumó el robo. Según dijo, parte del dinero se quedó en el maletín y «no ha quedado acreditado» que fueran los transeúntes quienes se llevaran lo que faltaba -la Guardia Civil recogió 18.700 euros que se habían caído al suelo durante el tiroteo, pero el botín era de 20.000-. Por su parte, la defensa reiteró que el acusado no tuvo ánimo de matar, «pues su ataque no lo dirigió a zonas vitales y, si hubiera querido, podía haber acabado con la vida de alguna persona», ya que tenía pericia en el uso de las armas.

El juicio ha quedado visto para sentencia. «El Solitario» volverá a la prisión de Huelva, donde cumple condena por el asesinato de dos guardias civiles en Navarra.