El Vespa Club Orpesa fue fundado el 25 de julio de 2012. Dos son los motivos que hacen especial de esta fecha. Por un lado, el 25 de julio es el día de Sant Jaume, patrón de Orpesa. Por otro, el día en que el Vespa Club Orpesa formalizó su fundación se cumplían 50 años desde que dos españoles, Santiago Guillén y Antonio Veciana, iniciaran la vuelta al mundo en Vespa. Fue en el año 1962. «El segundo día de la vuelta pasaron por Orpesa», explica Enrique Forner, presidente del club.

«Antonio Veciana, que es de Cuenca pero vive en Albacete, viene a las concentraciones Vespazahar de Castelló. Lo conocimos en una concentración en Hellín y nos dijo que en el año 1962 dio la vuelta al mundo. Ahora viene a las concentraciones de Castelló con su nieto», indica Enrique Forner.

La asociación nació de las inquietudes de cinco vecinos. «Me compré una moto y en el pueblo había más gente también con Vespa. Quedamos para almorzar e íbamos en moto por Cabanes, bajábamos por la Font Tallada hasta el Desert de les Palmes, en Benicàssim. Hacíamos una ruta de 35 ó 40 kilómetros», señala Forner, que recuerda que «conocía de hace tiempo al presidente del Vespa Club Castelló, nos integramos un poco con ellos y después fundamos el Vespa Club Orpesa».

El Vespa Club Orpesa cuenta ahora con casi 20 socios y este año esperan superar los 25 miembros. Este grupo de aficionados a las motocicletas organiza una quedada en enero dentro de las fiestas de Sant Antoni. Este año han celebrado la séptima edición de la concentración, que comenzó unos años antes de que la entidad fuese fundada. «El primer año éramos 29 y hemos llegado a ser 170», dice Enrique Forner. En la concentración de Sant Antoni participan aficionados de Castelló, Onda, Vila-real, Benicarló o la Vall d´Uixó. La jornada cuenta con una ruta por el término municipal y la entrega de unos detalles a todos los asistentes. «Suele ser la primera que se hace en Castelló en el año», dice Forner. Además, el Vespa Club Orpesa acompaña al Club Ciclista de Orpesa en muchas de sus marchas como en la que realizan a Zucaina o en las salidas que organizan en verano. También participan en las concentraciones de los otros clubes de Castelló.

Una moto con historia

«Vespa no es una scooter cualquiera», explica Enrique Forner, que recuerda cómo comenzó la leyenda de este vehículo. «En la Segunda Guerra Mundial bombardearon en la factoría Piaggio, en Pontedera, cerca de la Toscana, donde fabricaban aviones, trenes o submarinos. Lo que les quedó después de la guerra solo les dio para hacer Vespas», refiere. «Cuando hicieron la primera moto, presentaron la scooter y dijeron que se parecía a una avispa, de donde viene el nombre», narra. Según indica, «el amortiguador de la rueda delantera es como el de una avioneta y Piaggio tenía fábricas en la India, Portugal y en Madrid, donde casualmente trabajaba como ingeniero el doctor Cucala, que era de Alcalà de Xivert».

En el caso de Orpesa, los aficionados adquieren motos de todo tipo. «Se compran clásicas, que tienen un valor, y modernas porque son más fiables», asevera Forner, que remarca que «también se han recuperado motos antiguas, como un socio que restauró una Lambretta y ganó un concurso en Peñíscola».