Ramón María Calderé acusó ayer a los jugadores del Castellón de «jugar a las apuestas» durante sus propios partidos. El exentrenador albinegro se refirió ayer, durante el programa Divendres de la televisión autonómica catalana, a «un partido de la Copa del Rey, hace meses, córneres, córneres y córneres. De repente igual hay ocho córneres. Me lo comentan y veo que están en el banquillo con el teléfono móvil y están jugando a las apuestas, apostando por una cantidad de córneres».
A ese partido hizo referencia Calderé el 4 de octubre en la sala de prensa de Castalia, después del empate sin goles con el Villarreal C. La grada había coreado el nombre de Rubén Suárez quien, igual que el central Javi Selvas, había sido apartado del equipo «por motivos de indisciplina». Aquella noche Calderé no dio detalles, pero sí entró en insinuaciones, después de ser abroncado por la afición albinegra. «Acepto ser el malo de la película. Cuando se sepa la verdad, (los aficionados) rectificarán. Al final saldrá todo. No puedo dar detalles porque sería Salsa Rosa. Es muy grave. En Sabadell, en la Copa del Rey, hay algo grabado ahí».
Meses más tarde, Rubén Suárez y Javi Selvas volvieron a Castalia con la camiseta del Torrevieja, que venció 1-2. Cada vez que tocaron el balón, el especial el primero, fueron silbados por los aficionados. Cuando Rubén se acercaba a botar un saque de esquina, se escuchaban cánticos de «¿Qué apostamos?», la sintonía del popular programa televisivo.
Destitución
Calderé fue destituido durante el mes de octubre, tras acumular ocho jornadas sin ganar. Dejó al equipo, que afronta ahora la participación en la promoción de ascenso a Segunda B, en la zona baja. Ayer, en la televisión catalana, aseguró que «el club se entera que en el vestuario se ha jugado a las apuestas», en referencia a aquel partido de Sabadell.
Tras su irregular periplo en el Castellón, Calderé cambió el banquillo por los despachos. Ejerció como director deportivo en el Sant Andreu, hasta dimitir recientemente por diferencias con la directiva.
