La Secretaría de Enseñanza Privada de UGT aseguró ayer que no puede «defender ni justificar el cierre de ninguna unidad escolar en el proceso de arreglo escolar para el curso 2016-2017». Así se refirió a la supresión de un aula de infantil en el colegio concertado católico Nuestra Señora de la Consolación de Benicarló.

El secretario sindical, Juan Prades, subrayó que el cierre de unidades escolares «significa que compañeros y compañeras de nuestra profesión tendrán que ir al paro». En este sentido, recordó que UGT ha defendido «la bajada de ratios (la relación entre el número de alumnos de una población y el número de unidades escolares autorizadas) en aquellas poblaciones en que al hacerlo se pudieran salvar unidades escolares (...), no sólo porque así se podrán mantener puestos de trabajo, sino porque además redundará en la mejora de la calidad de la enseñanza de todos los centros del municipio».

Así, instó a las patronales de la enseñanza privada a que se sumen a esta solicitud también en aquellas poblaciones en que sus centros no sufren estos problemas y la disminución de ratios podría salvar a otros colegios, sean privados o públicos. Prades aseguró que el sindicato apoyará «cualquier manifestación que se haga en este sentido pero no estará detrás de ninguna pancarta que no defienda al mismo tiempo un compromiso de las patronales para recolocar al profesorado de centros en crisis ante cualquier vacante que se produzca en sus colegios».