El FC Barcelona se juega el título de Liga esta tarde (17:00 horas), en el Nuevo Los Cármenes, de donde es seguro que saldrá campeón con la victoria ante un Granada que no se juega nada después de haber asegurado en la penúltima jornada su permanencia matemática una temporada más en Primera división.

El Real Madrid, por su parte, se aferra a la esperanza, a un pinchazo del Barcelona en Granada, que le permita cantar el alirón en su visita a Riazor, donde se encontrará al peor local del campeonato, un Deportivo salvado pero en una profunda crisis, con un ambiente muy revuelto en el vestuario.

Los azulgranas visitan Granada con el objetivo de sentenciar, y no estar pendientes de cuanto acontezca en Coruña, una Liga que ya tenía prácticamente ganada hace dos meses, cuando acudía a El Madrigal con una diferencia sobre el Atlético de Madrid y el Real Madrid de 8 y 12 puntos, respectivamente.

El Fútbol Club Barcelona, junto con el Ayuntamiento de la capital catalana, han decidido suspender por motivos de seguridad la posible realización de la rúa por las calles de la ciudad prevista para este sábado si el equipo gana la Liga, han informado este viernes a Europa Press fuentes de ambas entidades.

El Ayuntamiento ha asegurado que la suspensión se debe a las diferentes aglutinaciones de personas que hay en la ciudad este fin de semana: el concierto de Bruce Springsteen en el Camp Nou, la Fórmula 1 en el Circuit de Barcelona-Catalunya y la posible celebración del título en Canaletas. El club, por su parte, ha dicho que pretende evitar que la rúa pueda ser un cuarto foco que podría dar problemas y ha añadido que cualquier tipo de celebración queda pospuesta hasta final de la temporada, después de la final de la Copa del Rey del 22 de mayo contra el Sevilla FC en el Vicente Calderón de Madrid.

En el entorno del Madrid, y durante las últimas horas, han salido jugadores a acusar a otros de falta de profesionalidad. El entrenador del Deportivo, el ex madridista Víctor Sánchez del Amo, repasó ayer los casos de Luisinho y Lopo, que fueron apartados por él y sus ayudantes y criticó las informaciones negativas de la prensa. El representante del luso le acusó de querer destruir su carrera. Y con todo ese caldo de cultivo, llega el partido ante un Madrid que se aferra a la esperanza.