José Roca asumió en 1987 por primera vez el mando de la Confederación de Empresarios de Castelló, procedente del sector de la construcción. Protagonizó de la mano de su secretario general, Rafael Montero, un vertiginoso crecimiento de la CEC en los años del «boom inmobiliario», espoleado por las ayudas públicas. Pero la crisis económica ha reducido a la mínima expresión los ingresos públicos y ha puesto de manifiesto una excesiva dependencia de las subvenciones de la Generalitat.
En la última asamblea de la CEC, celebrada en junio de 2015, el presidente de Ashtotur, Carlos Escorihuela, tanteó su candidatura y abogó por una reconversión de la CEC que tendiera hacia la autosuficiencia económica. «La cultura de la subvención se ha acabado», dijo entonces. Pero Roca convenció a la mayoría de organizaciones sectoriales para continuar un último mandato defendiendo su experiencia de cara a la negociación con la Cierval que se avecinaba.
Nueve meses después, la causa judicial y la situación económica de la CEC han puesto en la picota la gestión de Roca y Montero, y dos de las sectoriales más importantes de la provincia como Ascer y el transporte reclaman una renovación. Roca también ocupó 17 años la presidencia de la Sociedad de Garantía Recíproca, cargo que abondó en 2012.
