La Sección Segunda de la Audiencia Provincial ha absuelto a un policía local de Castelló que había sido acusado de lesionar a una mujer que se negaba a ser identificada después de que su hubiese negado a recoger los excrementos de sus perros.

Según la sentencia hecha pública hoy por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), el juicio tuvo lugar el 25 de abril de 2016 y en él la Fiscalía pedía para el acusado una pena de dos años de prisión al considerarle autor de un delito de lesiones y a indemnizar a la víctima con más de 10.400 euros por estas lesiones y las secuelas sufridas.

En su escrito de calificaciones, el ministerio público consideraba probado que, el 14 de mayo de 2014, el acusado acudió a un parque porque había un problema de identificación "sin importancia" con una mujer. El acusado "ante la negativa de la víctima a entrar al coche y ante su estado histérico le propinó, sin causa legal, un golpe en el hombro derecho que le causó lesiones consistentes en una fractura de húmero y desgarro del tendón supraespinoso". La mujer precisó "tratamiento médico farmacológico, ortopédico y rehabilitador" y necesitó 176 días para su curación.

La sentencia sin embargo considera probado que el agente acudió efectivamente al parque cuando fue efectuada la petición de apoyo porque su compañero tenía "problemas con una ciudadana de 51 años" que "se negaba de forma contumaz a dar su identificación". El incidente, según la sentencia, se había ocasionado cuando la mujer fue requerida por el primer policía para que recogiera los excrementos de sus perros. La mujer, que solo había recogido una parte de ellos, "se mostró molesta con el agente mandándole a la mierda e insultándole".

El policía local pidió refuerzos y cuando llegó al lugar de los hechos, el procesado pidió a la mujer que se identificara "tratando de convencerla para que la cosa no pasara a mayores". Sin embargo, dice la sentencia, "la ciudadana siguió nerviosa y muy alterada y siguió con su actitud de marcharse sin expresar identidad y diciendo que no llevaba DNI y como tenía ya la condición de detenida el acusado le ponía el brazo delante para evitar que avanzara".

El acusado "para proceder a la detención le cogió el brazo izquierdo y la condujo hasta uno de los coches policiales y la recondujo para acceder al mismo e impidiendo con su coche que se zafara". Fue entonces cuando la detenida "se tiró desplomada al suelo y se lesionó el brazo derecho". Ya en el coche la mujer "empezó a dar golpes diciendo que tenía claustrofobia y que le abrieran la ventanilla". El agente abrió la puerta y la mujer "se arrojó en plancha al suelo". Al ser recogida manifestó que le dolía el brazo y fue trasladada a un centro sanitario.

Según relata la sentencia, resulta "difícil aceptar" que "los componentes de varias patrullas en pleno centro y en presencia de mucha gente se pusieran de acuerdo de forma perversa para maltratar a una anciana", tal como indicó la denunciante. El acusado y el resto de agentes coincidieron en indicar que la mujer estaba "alterada y nerviosa y se resistía a entrar en el coche policial". Además la versión de la policía, añade, está avalada por el resto de testigos. Por ello se absuelve al agente de los delitos de lesiones y contra la integridad moral de los que había sido acusado