Poco hay que reprocharle al Villarreal C de Carlos Pérez Salvachúa, que acabó la temporada en una meritoria quinta posición en la clasificación. Durante varias temporadas, cuando se estrenó el 2016, la escuadra de la Plana Baixa estuvo ocupando plaza de fase de ascenso a Segunda B. Fallaron en un partido clave: contra el Castellón en el Mini Estadi (1-2). Se fueron ganando al descanso y perdiendo cuando el colegiado señaló el final del encuentro. El equipo salió escocido y atolondrado. Siete días después perdieron todas las opciones volviendo a perder en la visita al Torre Levante (2-0). La primera vez y última que los vila-realenses encadenaron dos derrotas seguidas. Luego fue imposible seguir el ritmo que impusieron los cuatro primeros clasificados. Además, cuando pinchó el Castellón no pudieron aprovecharlo porque también pincharon los muchachos de Salvachúa.

La plantilla arrancó la temporada 2015-16 con una media de edad de apenas 19,27 años, y con cuatro juveniles afianzados en el segundo filial, entre ellos uno de primer año como es el mediocentro zaragozano Manu Morlanes. No empezó con dudas el equipo, pisó fuerte el acelerador desde la primera jornada de Liga. Le costó ganar los partidos. Se le resistieron. Hasta once empates consecutivos sumó, para un total de dieciséis en toda la campaña. Sólo siete derrotas (el equipo que menos perdió), y uno sólo de ellos en el Mini Estadi contra el Castellón, tras ir ganando por 1-0 al descanso y desmoronarse tras el descanso donde los albinegros tiraron de oficio para revertir el marcador y llevarse los tres puntos.

Imposible la cuarta plaza

Peleó por alcanzar la cuarta plaza hasta la jornada 36. No fue capaz de alcanzar al Castellón, con el que tenía perdido el gol average. Al menos el equipo demostró muy buenas cosas en el terreno de juego: buen juego, ideas muy claras, ambición en todas las líneas y mucha calidad en todo el bloque. Todo ello con una dosis de bisoñez en algunos partidos. En el campo del Benigánim se fueron al descanso ganando 0-3 y acabaron empatando 3-3 y pidiendo la hora porque el cuarto gol local revoloteaba sobre la portería del Villarreal C. Ese empate llegó en plena mala racha de resultados a domicilio. Se le estaban negando semana sí, semana también.

Se pone punto y final a un buen año. Se pone punto y final a un ciclo para muchos futbolistas. Algunos continuarán la próxima temporada 2016-17. Unos pocos darán el ascenso al primer filial y otro tendrán que cambiar de aires. Subirán casi una decena de chavales del juvenil A, y llegarán tres o cuatro del exterior. Ahora es momento de negociar alguna que otra renovación. El único que tiene asegurada su plaza es el técnico Carlos Pérez Salvachúa, que ha realizado una extraordinaria labor en este su primer año trabajando con un gran grupo de jóvenes futbolistas.

Esta semana el equipo vila-realense pone punto y final a los entrenamientos. Los defensas Ramón Bueno y Juan Ibiza, así como el mediocentro Dani Raba se queda ya con el Villarreal B por si Paco López precisa de sus servicios.