Vecinos de Vinaròs se han quejado en el ayuntamiento durante los últimos días por el incremento del recibo en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) tras la última revisión catastral.

Muchos vecinos han visto cómo se ha incrementado el recibo del IBI al constatarse piscinas y ampliaciones de viviendas que no estaban regularizadas. El año pasado la Dirección General del Catastro sobrevoló con un dron el término municipal para detectar irregularidades en el catastro.

Ayer la edila de Hacienda, la socialista María Cano, quiso dejar claro que «no se trata de una actualización realizada por el ayuntamiento, sino del Ministerio de Hacienda».

En esta revisión se han detectado entorno 900 piscinas que no estaban regularizadas en el catastro, así como un millar de construcciones, la mayoría ampliaciones de viviendas.

Cano explicó que «lo que se ha mandado ahora al cobro es la regularización de este valor catastral, y es decisión del Catastro el cobro de estos cuatro años».

Los vecinos que quieran presentar alegaciones a estas valoraciones catastrales podrán depositarlas en la oficina de Vinaròs del Servicio de Gestión, Inspección y Recaudación de la Diputación de Castelló o en la oficia del catastro en Castelló, informó Cano.

Asimismo, Cano reconoció que muchos vecinos que han hecho obras estos años, con los pertinentes permisos de obras del ayuntamiento, desconocían que también deberían comunicar las mismas al Catastro para regularizarlas.

Cano también informó que los terrenos clasificados como urbanizables no urbanos afectados por PAI no ejecutados, pasan a tener la calificación de rústicos, por lo que pasarán a pagar menos.

Pero Cano apuntó que «estos recibos por el momento se han paralizado, y no se va a pasar al cobro».