Por detrás de las tres escuelas más potentes de la Comunitat Valenciana, hay un segundo escalón donde se encuentran otras con mucho peso en el fútbol base valenciano. Es el caso del Alboraia, Torre Levante, Escuelas de San José o Colegio Salgui, algunas de las más potentes. Al mismo nivel estuvieron, en su día, canteras de tradición como la del Benimar o el Don Bosco.

El Alboraya, con 44 equipos, es un ejemplo de crecimiento y sostenibilidad. Tiene a su equipos en las mismas categorías que los tres «grandes» y a cuatro «amateurs» en Primera Regional. Es uno de las escuelas que más futbolistas de calidad absorbe cada año. Incluso hay futbolistas del Valencia o Levante UD que terminan en su escuela. Es, sin duda, la cuarta cantera más fuerte de la Comunitat Valenciana. «Nuestra filosofía es jugar bien al fútbol, tratar bien el balón y dar buena imagen. Tenemos un sello reconocible: fútbol combinativo y creativo. Y la disciplina es fundamental», explica Sento Tomás, coordinador de fútbol 8. «Hay una exigencia máxima, pero con un trato más familiar que en las 'grandes'», añade.

El Torre Levante le sigue los pasos. Ha conseguido crear una escuela de cerca de 600 chavales. Su fútbol también es absolutamente identificable. «Tenemos una escuela muy profesionalizada, más cerca de los grandes clubes», explica su director deportivo, Ramón Calvo.