Qué cruel es el fútbol. Que se lo digan al primer equipo del Villarreal. Pues ayer le sucedió algo similar a su juvenil. En el minuto 94 estaba clasificado para la final de la Copa del Rey, pero quince segundos más tarde se quedó con un palmo de nariz porque el gol sobre la bocina de Dani Gómez (94:15 y se añadían 5) echó al traste la ilusión del equipo de Javi Calleja. Un gol protestado porque medio minuto antes hubo un lío entre el árbitro y su asistente y de ahí nació la contra que derivó en el 2-2 que dejaba al conjunto de la Plana Baixa sin final. Llantos, gritos de impotencia,? alegría y jolgorio en el bando madrileño. Así es el fútbol.

El primer tiempo, al igual que en Valdebebas, estuvo igualado en todo. En posesión del cuero, en el control del encuentro, en cuando a goles y también en las ocasiones creadas, que no fueron muchas. Y los dos salieron saltaron sin complejos. Los vila-realenses para marcar y sentenciar cuando antes mejor, y los madridistas dispuestos a anotar un gol que igualase la eliminatoria. Con todo ello, los primeros cuarenta y cinco minutos resultaron la mar de entretenidos, y de bien jugados.

Abrió el marcador el equipo de la Plana Baixa. Gran pase de Fran Álvarez al estadounidense Akale, que se marchó como una exhalación a la portería de Luca Zidane y envió el cuero lejos de su alcance. Era el minuto 15. Gran gol. Muy celebrado. La alegría duró poco porque tras una impresionante acción de Miguel Garci por la derecha, centró raso a la frontal del área pequeña y allí el lateral Achraf sólo tuvo que enviar a la red. Otro gran gol.

De ahí al descanso destacar la acción malograda por Fran Álvarez, tras un rechace del portero, así como otra grandísima ocasión del malagueño Villa, que envió desviado. Y la segunda parte arrancó de idéntica manera. Con dos equipos en busca del triunfo. De la portería contraria, de ocasiones de gol. El Villarreal tuvo la suerte de capear el arranque madrileño y las dos extraordinarias paradas de Diego Lázaro a tiros de Achraf y Javier Sánchez, evitando el segundo gol del Real Madrid.

Sí que llegó el gol del conjunto de la Plana Baixa. Lo anotó Dani Villanueva en el minuto 55. Un gol que valió el pase a la gran final. Luego los madrileños perdieron fuerza tras la expulsión de su central Javi Sánchez. Pero cuando todo estaba visto para sentencia, con el 2-1 y la final en el bolsillo, la larga prolongación (cinco minutos) fue fatal de necesidad. En el 94 llegaría el 2-2 y el adiós a la final de la Copa de la manera menos esperada y más trágica.