El Castellón busca hoy en la Bòbila un logro inédito en su historia: un ascenso a Segunda División B. Nunca ha subido el Castellón a la división de bronce porque nunca había jugado, hasta 2011, en esta Tercera que es Cuarta. La infamia del descenso administrativo abocó al albinegrismo a una sufrida condena, que puede terminar hoy si el equipo de Kiko Ramírez supera al Gavà a domicilio, en un último reto catedralicio. El 2-2 de la ida otorga ventaja a los locales, favoritos en la previa.

El Gavà es favorito porque la historia no mete goles y los 14.000 espectadores que se reunieron en Castalia tampoco. El Gavà es favorito porque juega en casa. El Gavà es favorito porque fue segundo en el grupo catalán y el Castellón fue tercero en el grupo valenciano. El Gavà es favorito porque el resultado inicial, el 0-0, le vale para ascender, y es favorito también porque no tiene bajas de alcurnia y porque acumula la friolera de 22 encuentros consecutivos sin perder.

El Gavà es favorito pero al Castellón no parece importarle demasiado. Al contrario, a Kiko Ramírez, el entrenador, le parece una gran noticia. En torno a esa rebaja de la presión albinegra construyó su discurso en la rueda de prensa del viernes. También habló de ilusión y de rabia. Ilusión por coronar el sobresaliente trabajo de la temporada con un ascenso («el equipo lo merece»). Rabia por todos los aficionados albinegros que se han quedado sin entrada. Esa mezcla de ilusión y de rabia, de cerebro y corazón, es la receta del técnico albinegro para esta tarde en la Bòbila.

El Castellón llega a la cita tras eliminar a Peña Deportiva y Atlético Malagueño. El Gavà eliminó a Marino y Almagro. Ninguno de los dos contendientes ha perdido durante la promoción, pero uno de los dos se quedará sin ascenso.

Kiko Ramírez recupera al mediocentro Marc Castells, que se perdió la ida por sanción. Juanma Pons, el entrenador local, solo cuenta con la duda del centrocampista Forti, pero se espera que repita el once que compitió en Castalia, con el temible cuarteto atacante (Raíllo, Boris, Niko Kata y David Jiménez) como principal amenaza. En el Castellón hay cuatro bajas: los delanteros Tariq Spezie y Rubén Fonte, el mediapunta Gerard y el extremo Jorge Giménez.

La Bòbila apunta al lleno. Al Castellón solo le vale ganar, o un empate a muchos goles, para huir de una vez por todas del barro de Tercera.