A Borja Gómez Bataller, Borjita, la carrera se le partió en dos en agosto de 2014. Tenía 19 años y era uno de los capitanes del Villarreal C. Durante un amistoso contra la Pobla de Mafumet, en el Mini Estadi de la Ciutat Esportiva de Miralcamp, su rodilla derecha hizo crac. Se rompió el cruzado y el golpe fue doble. En mayo en 2015, cuando avistaba la meta, recayó. Borja Gómez Bataller, Borjita, qué remedio, se volvió a levantar. Y ahora, en el proceso de volver a ser y a sentirse futbolista ha encontrado un aliado en el Club Deportivo Castellón. De momento solo está a prueba, pero pinta bien: el Castellón necesita un mediocentro y Borja, mediocentro, necesita algo parecido al Castellón.

De Borjita (La Pobla de Vallbona, Valencia, 20-10-1994) habla para Levante de Castelló su tío Fernando Gómez Colomer, mito valencianista, futbolista internacional, ex del Castellón como jugador y director deportivo, y actual entrenador del Torre Levante, con el que compartirá grupo en Tercera. «Es un mediocentro típicamente característico de la escuela del Villarreal», afirma, «participa mucho en el juego, es un apoyo siempre para sus compañeros y pierde muchos balones». A diferencia de Fernando, que sobresalía como llegador, Borja es «fundamentalmente un creador de juego». Así creció en la cantera amarilla, donde coincidió con sus ahora compañeros de vestuario Charlie Meseguer y Alberto Ramos, y donde permaneció durante doce temporadas.

«Empecé de benjamín en la escuela del Crack's», recuerda el propio Borja, «y en alevín me quisieron fichar tanto Valencia como Villarreal». Borja eligió el Villarreal «porque puso más interés y me convenció», y allí pasó sus años de Borjita, escalando categorías, adelantado a su edad. «Siendo juvenil de segundo año ya me subieron al Villarreal C». Borja Gómez llegó a jugar con el B en la categoría de bronce. Es centrocampista por genética y mediocentro de oficio. «Siempre jugué ahí. Me es indiferente hacerlo más retrasado o algo más adelante, y también me han probado en banda», resume.

Conexión Frank

Tras la aciaga campaña de la doble lesión, Borja pasa la siguiente recuperándose, entrenando con el segundo filial amarillo. Llegado el verano salió del Villarreal. «Probé en el Rayo Cantabria pero duré poco, no me gustó aquello», desliza, y a través del entrenador Frank Castelló encuentra acomodo en los entrenamientos del conjunto albinegro. «Conocía al míster porque había entrenado a mi hermano, le conté mi situación y estoy muy a gusto». Borja Gómez debutó el miércoles en el Javier Marquina. El centrocampista marcó el último gol del Castellón en el 3-0 sobre el San Pedro.

Estilo

«A veces un futbolista tiene que dar un paso atrás para luego dar dos adelante», asevera su tío Fernando Gómez Colomer, «y en ese sentido el Castellón es un lugar idóneo». También es el conjunto albinegro un oasis en cuanto al estilo de juego que más puede beneficiar al sobrino. «La Tercera se puede hacer complicada a un jugador de sus características, pero en el Castellón sobre todo como local va a tener un terreno de juego favorable y unos compañeros propicios para desplegar sus virtudes», abrocha Fernando.

«En los campos de fútbol, la gente mayor me decía mucho que me fijara en mi tío Fernando y he visto muchos videos suyos en Youtube. De niño me dio algunos consejos», rememora ahora Borja Gómez, «que disfrutara del fútbol porque ya llegaría el momento de sufrir». Ese sufrimiento le llegó de manera cruda y repetida en forma de graves lesiones. «Es duro, porque con 18 años lo que quieres es jugar cada día, y aunque pienses que pasa rápido la verdad es que se hace largo». Borja encontró el apoyo familiar entonces. «Mi madre se desplazó a Vila-real y fue de gran ayuda», dice. Ahora da por cerrada la etapa de recuperación y solo piensa en jugar, a poder ser en el Castellón. «Ojalá», repite. Por lo pronto, esta tarde en Almassora, en el segundo amistoso de los albinegros, volverá a vestirse de corto.