En el año 1992 dos arqueólogos de la Vall d'Uixó, cansados de ser testigos del estado de abandono en el que se encontraba el patrimonio local en aquella época, decidieron combatir la dejadez por parte de todas las administraciones competentes con la creación de una nueva asociación que con una esencia cultural, buscaría como objetivo primordial difundir, mantener y reivindicar el patrimonio histórico de la Vall d'Uixó. La idea se convirtió en un hecho en 1993, cuando se constituyó oficialmente la Associació Arqueològica de la Vall.

En la actualidad, según explica su presidente, Fernando Martínez, «seremos una de las asociaciones más grandes de la Vall», con 330 socios, un numero que se ha mantenido con el paso del tiempo, aglutinando bajo una misma filosofía a personas con preparación y conocimientos académicos vinculados con la historia, la arqueología o la investigación, y otras de origen y preparación dispar. A todos les une su preocupación por preservar lo que la Vall fue porque, al fin y al cabo, fundamenta lo que es hoy en día.

La Arqueològica de la Vall es un referente en muchos sentidos. Por una parte, por la gran cantidad de publicaciones que ven la luz gracias a sus gestiones y a su interés por promocionar las investigaciones de interés cultural que llegan a sus manos. Entre las más relevantes es inevitable nombrar la revista Orleyl, que desde el 2003 sale a la calle todos los años con el propósito de «divulgar cuestiones de ámbito científico, firmadas por personas reputadas y reconocidas en su ámbito profesional, como investigadores, arqueólogos o historiadores».

Pero además, también se respalda la edición de monográficos «siempre de temas locales», como sería el caso de El temps passat, un libro de fotografías, Memòries de la Parròquia de l'Assumpció, Patrimoni del terme de la Vall no catalogat o el más reciente, la Historia del cine en la Vall. Fernando Martínez asegura que ya se está ultimando «el monográfico número 6, que englobará a todos los artistas de la ciudad, pintores, escultores, etc».

Aunque su principal aportación para la preservación del patrimonio local se encuentra en manos de los investigadores y articulistas que colaboran en sus publicaciones, la Associació Arqueològica organiza diferentes propuestas que vienen a enriquecer el panorama cultural de la Vall y su comarca. Un buen ejemplo se pudo vivir recientemente con las primeras Jornadas de historia, etnología y patrimonio, que estuvieron integradas por cuatro charlas y varias excursiones. El balance, según Martínez ha sido positivo, lo que sería motivo más que suficiente para consolidar esta propuesta dentro de su programación anual, aunque el trabajo de la Arqueològica es significativo.

Hace pocos días hacían público el veredicto de sus III Premios de Investigación, dirigidos a alumnos de ESO y Bachillerato de los colegios e institutos de la Vall, una propuesta que viene a complementar un calendario de citas culturales que incluyen dos exposiciones, una sobre cuestiones vinculadas con la ciudad y otra, en el mes de octubre, que desde hace cinco o seis años se organiza con la colaboración del Museu de Belles Arts de Castelló, así como varias charlas esporádicas.

En definitiva, el compromiso por la promoción cultural local se mantiene intacto en esta asociación desde su creación y se va enriqueciendo año tras año, aunque siempre con una asignatura pendiente. Fernando Martínez, que tomó recientemente el testigo de los cinco presidentes que hasta ahora ha tenido la Arqueològica (Manuel Mateu Bellmunt, Geromín Cruces Muñoz, Herminia Fuertes Sartrús y Vicente Falcó Fortes), reconoce que viven con cierto grado de frustración y resignación que después de tanto tiempo, gran parte del patrimonio local siga abandonado, como sería el caso del museo de historia, que de tal cosa solo conserva el nombre.

En contrapunto con esta lucha dilatada a lo largo del tiempo contra quienes tienen la posibilidad de intervenir, con pocos resultados, en la asociación se sienten satisfechos porque «después de tantos años la gente está concienciada y sensibilizada» respecto a estos temas, como se pone de manifiesto en el número de socios.