Los vecinos de Vila-real se volcaron ayer una vez más con su patrona, demostrando su devoción con su participación en los actos centrales de la jornada, la misa solemne y la posterior procesión en la que la imagen de la Mare de Déu de Gràcia estuvo acompañada por cientos de personas en el recorrido tradicional por las calles del centro de la ciudad.

El protagonismo de estas citas religiosas tienen un peso indiscutible dentro del programa, a parte de ser los más tradicionales, tal y como reivindicó el presidente de la Junta de Festes, José Pascual Colás, que a la pregunta sobre las innovaciones que incluye el programa de actos de este año, defendió que «es difícil innovar en unas fiestas con un peso tan importante de la tradición» y por ejemplificar su argumento señaló que «a nadie se le ocurría cambiar la salida de la Mare de Déu desde el Termet hasta la arciprestal», como sería el caso de la misa o la procesión en su honor.

En la defensa de estas tradiciones indiscutibles cuenta con el apoyo incondicional tanto del ayuntamiento, como de la mayor parte de los vecinos, que comprenden la importancia de estos símbolos para la identidad local, tan relevantes como la participación y la implicación de peñas y vecinos en general en el desarrollo de las fiestas. Colás destacó que las fiestas «evolucionan con el tiempo», pero se conserva ese sentido especial que tienen las patronales. «Aprovechas para reunirte con amigos que hacía tiempo que no veías, esta semana es la excusa perfecta para reencontrarse» y disfrutar juntos de multitud de propuestas populares como sería el caso del tombet de bou, las paellas, «tradiciones que gustan mucho a la gente y que se mantienen porque no se entendería de otra forma».

Ese ambiente se puede respirar cualquier día a cualquier hora, como sucedió ayer durante todo el día, aunque especialmente por la mañana cuando, a pesar de las altas temperaturas, numerosas personas se animaban a pasear por las calles del centro para disfrutar de los propuestas programadas, como sería el caso de las pruebas de agility, la exhibición morfológica de galgos, o la concentración de perros ratoneros, perfectamente compatibles con la XVI Concentración de Seat 600, motos y coches clásicos que tuvo lugar en la plaza Mayor. Numerosas personas se acercaron para contemplar cómo estos coches, antiguos en apariencia, pueden estar en perfectas condiciones para circular gracias a las mejoras introducidas por sus propietarios, sobre todo en el motor.

Un día más Vila-real demostró contar con un programa festivo donde cabe cualquier propuesta siempre que esté abierta a la participación del público en general, como también se podrá comprobar hoy, cuando se retomarán los actos taurinos con la exhibición de vacas en la zona de cadafals.