Un grupo de científicos del Centro de Investigación Biomédica en Red - Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBEROBN), dependiente del Instituto de Salud Carlos III, liderados por la doctora Dolores Corella, y con la colaboración del profesor Óscar Coltell, del departamento de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universitat Jaume I, ha coordinado un estudio internacional en el que se ha demostrado que la ingesta de leche y sus derivados no se asocia con un incremento del riesgo cardiovascular en poblaciones mediterráneas y americanas. En Estados Unidos el estudio ha contado con la participación del Human Nutrition Research Center on Aging de Boston.

Hasta el momento, en distintos estudios se habían obtenido resultados contradictorios respecto de la posible asociación de la leche y sus derivados con el riesgo cardiovascular. Por ello, se hacía urgente introducir en las investigaciones datos más fiables sobre el consumo real de leche, puesto que la mayoría de los trabajos fiaban este dato de consumo a cuestionarios o entrevistas personales con los pacientes, donde el sesgo del recuerdo puede conllevar errores en las medidas de consumo.

La principal novedad del estudio que acaba de publicar la revista Scientific Reports, del grup Nature, radica en la utilización, además de los cuestionarios, de un biomarcador del consumo de leche, lo que proporciona un dato más objetivo para medir la ingesta.

«El uso en los estudios epidemiológicos de los biomarcadores nutricionales puede proporcionar una herramienta de estimación objetiva del consumo alimentario y actualmente se está intensificando la investigación para encontrar nuevos biomarcadores de ingesta de distintos alimentos», explica la doctora Dolores Corella.

Los biomarcadores genéticos de la ingesta de alimentos que se están analizando son polimorfismos de nucleótido único (SNPs) que determinan la ingesta de alimentos.