Pudo haber ganado el Villarreal porque demostró tener un señor equipo, y también al final reunió ocasiones claras el Castellón para llevarse el partido de rivalidad entre los dos equipos provinciales más clásicos en la División de Honor. El empate dejó más desilusionados a la escuadra vila-realense, que perdió el liderato, y dejó un poco más risueños a los albinegros, que a base de una garra, casta y pundonor no exenta de buenas maneras, se alzaron con un gran punto.

Durante gran parte del duelo el Villarreal llevó la voz cantante, pero los orelluts plantaron cara y se gustaron por momentos ante un conjunto visitante. El equipo de Fernando Campos gustó, como su portero Vicente Giménez que se erigió en uno de sus mejores futbolistas al realizar dos buenas intervenciones en el mano a mano con el zaragozano Álex Millán (min. 31) y también en una espectacular intervención a un trallazo envenenado del murciano Iván Martín (min. 40). Y en medio de todo ello, en el minuto 37, una falta lanzada por el albinegro Pablo Monroy salió lamiendo el palo.

En el segundo tiempo siempre se temió el 0-1 porque los vila-realenses se acercaban con mucho peligro. Joan Salvà (min. 56) cabeceó al larguero. Luego, Iván Martín tuvo el gol (min. 68). El Castellón resistió las embestidas. Pero la mejor ocasión en la recta final fue un remate de Soriano al larguero, y el rechace le llegó a Ortega y su remate lo blocó Josele. De ahí al final emoción a raudales. El Castellón falló dos mano a mano. Es lo de menos. Lo justo fue el 0-0.