Los propietarios de mascotas de la capital de la Plana tienen desde ayer un espacio junto al mar para poder pasear con sus perros. Tres años de esfuerzos y más de 4.000 firmas, en una campaña coordinada por la Asociación de Vecinos con Mascota (Avecma), han dado su fruto gracias al interés del Ayuntamiento de Castelló y al aval de la Dirección General de Costas por ponerlo en marcha.

Se trata de una superficie de unos 3.500 metros cuadrados perfectamente señalizados en un tramo de la Playa del Pinar del Grau en el que, desde octubre hasta marzo, se podrá pasear con los perros «en una prueba piloto para saber cuál es la respuesta de los usuarios«, según señalaba ayer la concejala de Salud Pública, Mary Carmen Ribera. La playa, que ya está abierta, dispone de diversos servicios, como duchas para los perros, punto dispensador de bolsas, papeleras o bebederos a fin de responder a las necesidades de las mascotas -que pueden estar sin correa en la zona delimitada- y a las de sus dueños», señala.

Sara Rodríguez, presidenta de Avecma, no ocultaba ayer su satisfacción por haber conseguido un proyecto en el que llevan trabajando desde 2013 de forma intensa. Por ello, confía en que todos, tanto los propietarios de mascotas como el resto de la población, «lo vea como un gran paso ya que nos sitúa al nivel de otras regiones de España». De momento la playa se limita a la temporada baja, pero de los resultados de esta experiencia piloto dependerá que en un futuro se pueda conseguir este tramo de la playa para mascotas los 12 meses del año.

Sobre la ubicación, reconoce la presidenta de Avecma que hubiese sido mejor una que estuviese delimitada por un espigón» para no entorpecer el paso de las personas que pasean, pero es un lugar que finalmente decidió Costas. De los 3.500 m2, unos 2.800 son los que están delimitados por postes y el resto, 700 metros, son los que dan acceso al mar y están sin marcar para permitir el paso de las personas. Desde Avecma insisten sobre todo en pedir civismo y un buen uso, tanto a los propietarios de mascotas como a la población en general.

Unos paneles marcan las normas de uso como el horario (de 7:00 a 23:00); la necesidad de que se respete una zona de paso de cuatro metros desde la orilla; la obligación de recoger los excrementos de los perros y depositarlos en la papelera; la obligación de que los perros potencialmente peligrosos lleven bozal que no se generen molestias al resto de usuarios.