La gestora de la Confederación de Empresarios de Castelló trabaja para evitar el concurso de acreedores, pero la herencia económica recibida convierte sus deseos en casi una entelequia. La organización se verá abocada al concurso en noviembre si las asociaciones empresariales no inyectan 128.417 euros, informaron fuentes de la patronal tras la junta directiva celebrada ayer por la tarde-noche.

La cúpula directiva informó de que la deuda con los proveedores asciende a los 704.00 euros, de los que la mayor parte corresponden a la Cierval, que asumió el reintegro solicitado por el Consell por las ayudas a los cursos de formación que ahora investiga la justicia. Aparte, necesita ingresar de forma apremiante 128.417 euros para llegar a final de año, para pagar, entre otros, a tres trabajadores que están sin cobrar desde abril. En estas condiciones, o las empresas asumen este gasto o la CEC entrará de forma inevitable en el concurso de acreedores. También solicitará cuotas pendientes a las asociaciones sectoriales. Tiene hasta el 27 de noviembre de plazo para decidir si declara la antigua suspensión de pagos, añadieron las mismas fuentes.

La CEC se encuentra en estos momentos en preconcurso y todavía desconoce con exactitud los números reales dejados por los anteriores dirigentes, José Roca y Rafael Montero, agregaron desde la organización, que señalaron que por este motivo se aplazó de nuevo la presentación del presupuesto de 2016.

En la junta directiva, que se prolongó tres horas, se discutió sobre el futuro de la entidad. Hubo votación para decidir, incluso, si continuaba la CEC o se refundaba en otra entidad. La mayoría de la directiva (11 votos a favor frente a cuatro abstenciones y dos en contra) se inclinó por mantener la actual CEC. La patronal azulejera (Ascer) se desmarcó de esta posición y planteó la creación de otra marca provincial. Buena parte de los presentes coincidió a la hora de apostar por reducir la estructura de la CEC a la mínima expresión, con 3 o 4 trabajadores y un presupuesto de 150.000 euros anuales. Para hacerse una idea del ajuste, el presupuesto de Roca y Montero ascendía a los 800.000 euros.

Los empresarios abordaron el futuro de la Cierval, que también negocia una reestructuración para sanear sus cuentas. La CEC rechazó la propuesta de la alicantina Coepa, el principal deudor de Cierval y que propone una quita del 95 % de su deuda, porque supondría el fin de la autonómica.