Jugar en Ipurua siempre es difícil. Con unas dimensiones de campo más estrechas de lo habitual y la presión que ejerce su afición hacen que el del Eibar sea uno de los desplazamientos más incómodos para los equipos de LaLiga. No es una apreciación de oídas sino un sentir general de todos los equipos que por allí pasan temporada tras temporada.

A esas ya de por sí incómodas circunstancias hay que sumar en este arranque liguero el buen hacer del plantel que dirige José Luis Mendilibar cuando compite como local. Ipurua, hasta donde se desplaza esta jornada el Villarreal CF, es uno de los campos que menos goles ha encajado en las primeras jornadas del campeonato doméstico. El Eibar es de los cinco equipos más fuertes como locales ya que solo ha encajado cuatro goles en las cuatro jornadas que se han desarrollado en dicho estadio. Solo le superan con mejores registros como local el Atlético de Madrid y el Alavés, con dos goles en contra cada uno, y Las Palmas y Villarreal con tres tantos en contra.

En su feudo, los de Mendilibar han sumado dos victorias, un empate y una derrota. Ganaron al Valencia (1-0) y la Real Sociedad (2-0); la igualada fue a un tanto contra el Sevilla, al que se plantó cara desde el primer minuto, y la derrota encajada esta temporada como local llegó ante Osasuna en un partido loco que finalizó con un marcador de 2-3.

El técnido del Eibar ha sabido aprovechar las virtudes de su equipo y, al igual que el año pasado, las cosas no le están yendo nada mal. De momento, su equipo es undécimo con 12 puntos -cinco menos que el submarino- y sus dos futbolistas más en forma son Sergi Enrich y Pedro León, quienes lideran la clasificación de goleadores del equipo armero con tres goles cada uno.

En las filas del Eibar, además, hay un futbolista con pasado amarillo, Florian Lejeune, quien defendiera los intereses del filial villarrealense del 2011 al 2013. Lejeune está cedido por el Manchester City.