La empresa Imepiel presentó el 29 de enero de1992, el expediente de suspensión de pagos en el juzgado de Nules, «mientras que el comité de empresa decidió personarse ante el juez para solicitarle que la rechace, al tiempo que presentaron una querella por falsedad contra el propietario de la fábrica, José Cusí, y contra todos los que firmaron la documentación, presuntamente falseada», se pudo leer en las páginas de Levante de Castelló.

Además, cerca de dos centenares de trabajadores de la firma zapatera abarrotaron el salón de plenos del Ayuntamiento de la Vall d'Uixó para denunciar la situación.

La suspensión de pagos, que hoy se llama proceso concursal, implicaba «la pérdida de casi 800 puestos de trabajo y ciertas incertidumbres a cerca de la cantidad que percibirán los trabajadores después de haberse solventado las deudas con el resto de acreedores».

Y para mostrar su profundo malestar, el 4 de febrero, los trabajadores iniciaron un ciclo de protestas cuya primera acción fue que la totalidad de miembros de la plantilla de la firma cortasen durante más de horas, desde las 10 y hasta después de las12 horas, la carretera N-340 a la altura de Nules, e incendiaron varios neumáticos que arrojaron sobre la vía férrea, con lo que el tráfico de trenes también quedó interrumpido, aunque solo fue durante unos pocos minutos.

Fueron unas horas muy tensas que obligó a la presencia de varias dotaciones de la guardia civil.