¿Cómo llevar a cabo esta revolución de la educación en la diversidad? No es un proceso fácil pero ya hay colegios como el Guitarrista Tárrega, Illes Columbretes y el Ripollés de Castelló, el Ródenas en Benicarló o el CRA de Benavites-Quart que están aplicando estas metodologías. En primer lugar se tendría que detectar una necesidad de cambiar las cosas por parte de la comunidad educativa. Le seguiría un periodo de sensibilización para padres, alumnos y profesores y se empezaría a diseñar lo que se conoce como el sueño donde se trabajaría para diseñar y consensuar la escuela ideal que quiere toda la comunidad educativa. A partir de ahí está el periodo de formación de profesorado, familias e incluso voluntariado y se inicia el proceso de transformación para hacer realidad ese proyecto educativo que, en un principio podría parecer hasta utópico, pero que la experiencia demuestra que se puede hacer realidad. «Este proceso puede durar años, es un proceso de diálogo, no debe de estar impuesto por la administración y es la propia escuela y el entorno los que eligen qué tipo de escuela quieren», añade el investigador de la UJI Juan Pedro Navarro, quien apostilla que «no es fácil», principalmente, por el trabajo que supone poner al profesorado de acuerdo. «Los padres y los alumnos se motivan más ya que todo aquello que mejore los resultados de sus hijos es visto como algo muy positivo pero muchas veces es el profesorado el que tiene una forma de trabajar ya establecida por muchos años de experiencia docente y a los que más les cuesta asumir estos cambios. Aquí es donde juega un papel importante la formación y el asesoramiento que la UJI, a través de su Departamento de Educación, pueda dar tanto al profesorado que actualmente está en activo como al futuro profesorado que se está formando en los grados de infantil y primaria», dice el profesor.