Desde la premisa de que la unión hace la fuerza, y aprovechando la versatilidad que ofrecen las redes sociales, ayer nació de manera espontánea una iniciativa que pretende recabar apoyos para «dar voz» al sector citrícola, como complemento a las reivindicaciones y medidas que puedan llevarse a cabo desde las organizaciones profesionales.

Los impulsores de #lagrimasdeazahar, que así se llama este campaña de captación de apoyos, son personas que no están vinculadas con la citricultura, pero que «somos testigos de lo que está sucediendo con un sector al que están dejando a un lado sin ninguna razón lógica». Según explicó uno de sus portavoces «muchos asistimos como espectadores mudos a todo lo que está sucediendo, como si no fuera un problema nuestro sino de los agricultores, pero no es así, nos afecta directa o indirectamente, a parte de ser una situación injusta que merece ser defendida por todos».

#lagrimasdeazahar ha nacido con el espíritu de dar respaldo social a las exigencias que ya están planteando los colectivos profesionales. «Nadie mejor que ellos conoce cuál es el origen del problema que hay detrás de todos esos campos llenos de fruta esparcida por el suelo, porque los agricultores no tienen más remedio que tirarlas de los árboles al quedarse fuera del mercado, lo que nos parece un sinsentido y las autoridades deben saber que esta no es una consecuencia más de una mala campaña, es un problema muy grave que hay que solucionar».

La propuesta de captación de apoyos no se quedará en el hecho simbólico, aunque por el momento se está centrando en ello, ya que personas de diferentes ámbitos, especialmente desde la cultura, están empezando a compartir su foto con los hashtags #lagrimasdeazahar y #soytuvoz. «Si los agricultores se quejan de que desde el Ministerio de Agricultura no se les atiende y que no se les defiende ante Europa, tendremos que hacerles ver que tienen a muchas personas detrás. Si la gente se suma masivamente, tendremos fuerza para exigir al Gobierno que vaya a Europa, de la mano del sector citrícola de Castelló, para que se hagan escuchar», explicaron los impulsores de la idea.

#lagrimasdeazahar no se quedará en las redes sociales. Ya se están planteando otras ideas que buscarán «dar visibilidad mediática a este proyecto, que es de lo que se trata». Finalmente, «lo que queremos es que dejen de priorizarse los apoyos institucionales dependiendo de intereses económicos concretos. Cada finca de naranjos que se abandona, es un drama que todos consentimos si no hacemos nada».