Lo que en el primer mundo puede ser una simple otitis, en lugares como Burkina Faso, esta dolencia puede terminar en una sordera que dificulte las habilidades del habla y auditivas. Para paliar esta situación, un grupo de borrianenses han visitado el país africano en una expedición en la que han participando la ONG Amor en Acció y la compañía de corrección auditiva Audiotechno. El objetivo: ofrecer atención sanitaria a más de 2.500 pacientes, una parte de ellos con discapacidad auditiva.

Durante un total de 15 días (del 4 al 18 de febrero), un equipo integrado por catorce profesionales sanitarios, entre los que se encuentran médicos enfermeros, personal de audiología etc., atendieron a la población en el ambulatorio-hospital en Uagadugú, que mantiene con carácter permanente la ONG Amor en Acció, junto a su Presidenta la doctora Ángeles Almela (pediatra) y el vicepresidente de esta ONG, el doctor Héctor Guiral, Otorrino Laringólogo. También ha participado el borrianense y técnico de Audiotechno Francisco Agulleiro, colaborador, junto a Almela y Guiral, en este solidario proyecto.

En un principio, se planteó atender a una media de cien pacientes al día que, finalmente, han sido doscientas, y se han realizado alrededor de cuarenta adaptaciones audífonas. Para ello, la empresa familiar llevó una carga de audífonos de última generación digitales, con los que se han podido cubrir distintos tipos de perdidas auditivas, así como complementos y materiales, moldes, auditivos, pilas etc.

Con este material, Audiotechno ha atendido a los niños prelocutivos para poder ponerles los audífonos lo antes posible, pues de ello dependerá que puedan aprender a hablar y evitar que sean mudos para el resto de sus vidas. «Un niño que sufre otitis recurrentes pude presentar problemas de audio y ello les supone un verdadero problema en su día a día», explica el borrianense.

Máxime en el caso de Burkina Faso, cuya población (en su mayor parte) no dispone de recursos para poder comprar un audífono, producto totalmente alejado de las posibilidades económicas de las familias en este país africano, considerado entre los más pobres del mundo. Y es que, tal como apunta Agulleiro, «comprar un audífono aquí es algo prácticamente imposible. Ya es un producto caro para familias medias con lo que aquí es misión imposible».

Para Francisco, ha sido toda una experiencia y asegura que repetirá. «No tengo palabras para expresar que lo se siente. Son personas que a poco que les des ayuda son muy agradecidos. Recuerdo un niño de doce años que vino con su madre y nos dijo que no quería ir al colegio porque se reían de él por su sordera. Le dije que le pondría el audífono a cambio de que volviera ir a clase y que este verano volvería para comprobarlo. Nada más colocarle el dispositivo el niño dijo que al día siguiente iría a la escuela», narra el borrianense.

Expediciones

La ONG programa alrededor de cuatro expediciones al año y Agulleiro ya dice que quiere ir al menos dos veces al año. «Quien va, repite. Es una experiencia única». Cabe señalar que, además de recorrer las aldeas, también se visitó la cárcel de Uagadugú, donde la ONG también suministra alimentos doce días al mes. «En esta cárcel no dan comida. Los presos vivien de lo que les lleva los familiares», apunta Agulleiro.

Amor en Acció lleva tres años trabajando allí con «un proyecto a nivel sanitario, educativo y agrícola», según explica su presidenta, Ángeles Almela. En la última expedición, un equipo de catorce profesionales sanitarios atendió durante quince días a más de 2.500 pacientes procedentes de ámbitos degradados, rurales e incluso en la cárcel.

«El destino nos llevó a Burkina Faso», revela Almela, quien dice que después de tratar de colaborar en otros países, en el primero en el que encontraron facilidades fue en este enclave de África. Y se encuentran muy orgullosos de ello. «Estamos contentos porque vemos que lo hacemos sirve para mejorar», asegura. «África te engancha y te cambia la vida», se reafirma Almela.