Juan Miguel bien se puede considerar la persona más famosa de Castelló. Su matrimonio con Karina y su participación en varios «realities» de televisión han hecho de él uno de los personajes más queridos del corazón, y también de Castelló. Natural de Vall d´Alba, con apenas 17 años se vino a la capital a estudiar peluquería porque el pueblo se le quedaba pequeño, tanto para sus sueños personales como los profesionales. «Soy una persona muy creativa y nada conformista. Quería abrirme nuevos horizontes y si me quedaba en el pueblo no tenía futuro», apunta nuestro protagonista. Eligió ser peluquero, una profesión que a su padre le costó asumir y que solo empezó a ver con buenos ojos cuando ganó el concurso nacional de peluquería juvenil. «Mi padre quería que fuera un hombre de comercio», recuerda. Con 17 años abrió su primer salón en Vall d´Alba y con 25 años ya tenía seis peluquerías: una en Vall d´Alba, otra en Torreblanca, otra en Alcossebre y tres en Castelló. Actualmente conserva las tres de la capital, que las tiene alquiladas.

De recién casado con Karina vivían en la calle Trinidad de Castelló pero, años más tarde, se trasladaron a la calle Echegaray, donde sigue residiendo actualmente. Su día a día transcurre entre las calles del centro y la Universitat Jaume I (UJI), a donde asiste a clases de arte dramático, inglés, pilates, natación y bailes latinos. Además, un día a la semana, el miércoles, va a Vila-real donde hace un programa de televisión sobre actualidad y moda. Suele levantarse temprano para ir a la UJI y desayuna en el bar Copacabana de la avenida Rey don Jaime. Allí, a las ocho de la mañana, se junta con Paco, el lotero de la administración número seis, Amado el fotógrafo, Verónica de la tienda de ropa y Juan, el encargado de montar la terraza del bar. «Yo siempre le aviso cuando pasa el Tram para que no lo pierda», cuenta Juan.

Todos ellos coinciden en definir a Juan Miguel como una persona muy simpática, abierta, dicharachera que «siempre viene contento y nos da vida», aseguran. Para ellos, Juan Miguel no es «el Juan Miguel de la tele», es Juan Miguel su vecino, y amigo. «Somos casi como una familia», añade Juan. Y después del primer café, empiezan las clases en la universidad. Allí acude a clases para adultos de arte dramático, unas clases que ha empezado este año y que está disfrutando. Juan Miguel explica que lleva muchos años trabajando con la gente, en televisión y que la interpretación siempre le ha gustado.

A mediodía siempre recurre a La Casa dels Menjars, establecimiento que hay en su misma calle, de donde recoge la comida. «Tienen una gran variedad, siempre tienen de todo, y siempre me hace algo especial», apunta. Dori y Valentín, los dueños, explican que conocen a Juan Miguel desde hace más de diez años que es una persona entrañable. «Es muy modesto y humilde, nada presumido y muy sencillo. Después de todo el tiempo que nos conocemos puedo decir que somos amigos», apunta Dori.

Que es una persona muy querida en Castelló se nota con solo pasear con él por las calles del centro de la ciudad. La gente le para para saludarle, preguntarle por su hija, por su nieto,... Juan Miguel se siente muy orgullo del cariño que recibe de sus vecinos y siempre se apea para conversar, aunque apenas sea unos minutos.

Nuestro protagonista nos lleva a otro de sus sitios preferidos de Castelló: el Real Casino Antiguo, de donde es socio desde hace más de treinta años. Allí le recibe Emilio, el conserje, quien asegura que Juan Miguel «es uno de los dueños del casino». «Es entrañable, simpático, cercano, amigo de sus amigos y a los empleados nos trata como si fuéramos familia», comenta el conserje. En el casino, Juan Miguel se encuentra con el resto de socios, con quienes mantiene muy buena relación. Entre ellos destaca el fotógrafo Francisco Breva, con quien ha realizado varios reportajes de la peluquería y ha sido testigo de emotivos momentos junto a Karina.

Con la cantante, Juan Miguel mantiene una excelente relación y asegura que sigue viniendo a Castelló. «Aquí está su casa. Viene bastante y le gusta pasear por la ciudad. Nos llevamos muy bien», asegura el castellonense.

Para Juan Miguel, Castelló ha sido su ciudad de acogida, la urbe que le ha permitido cumplir sus sueños y el cimiento sobre el que ha podido sustentar su familia. Y para los castellonenses, él siempre será el chico de barrio, que conserva sus rutinas diarias, que saluda a la gente por la calle y que se vuelca con sus amigos cuando lo necesitan y que ya es un referente para sus vecinos.