Leganés y Málaga empataron un duelo directo por la permanencia que dominó el conjunto madrileño, que se mostró más incisivo en ataque y tuvo las mejores ocasiones del partido, aunque su portero, Iago Herrerín, salvó a su equipo casi al final con una buena parada a un remate de cabeza de Camacho.

Con el mismo objetivo, dar un paso hacía la permanencia, Leganés y Málaga se enfrentaron en Butarque bajo un sol radiante y una temperatura muy agradable que invitaba a una mañana de fútbol. El equipo que más cerca estuvo de abrir el marcador fue el conjunto madrileño. El Málaga fue poco a poco ganando terreno en el campo del Leganés y, aunque no tuvo una ocasión clara, sí creó peligro.

Tras el descanso, el Málaga avisó de sus intenciones con una buena jugada a la contra que terminó con un pase de Charles a la espalda de la defensa blanquiazul y un remate alto a la carrera de Sandro. El conjunto madrileño lo intentó de todas las maneras posibles y de nuevo Diego Rico, con un disparo al palo, llevó el miedo al conjunto andaluz, que no tuvo fluidez en la circulación ni supo trenzar jugadas de ataque con cierto peligro. La mejor ocasión del Málaga llegó en los minutos finales, con un cabezazo picado de su capitán, Ignacio Camacho, que Herrerín despejó a córner.