Los testimonios de las madres que hablan sin miedo de las cosas negativas de la maternidad siempre causan polémica. En España tenemos el reciente caso de la periodista Samanta Villar, quien dijo que tener hijos era perder calidad de vida. Y fuera de nuestras fronteras, la duquesa de Cambridge, Kate Middleton, también habló en un acto de la asociación Best Beginnings (cuya labor es ayudar a madres con problemas de salud mental) sobre lo difícil que es afrontar la maternidad.

Lo cierto es que la depresión post-parto existe y, aunque, según el doctor Francisco Traver, jefe del área de salud mental del Hospital Provincial de Castelló, no existen datos empíricos sobre esta cuestión, la depresión menor conocida con el nombre del «postpartum blues» es una afección «muy común y frecuente» que «afecta a prácticamente todas las parturientas y está relacionada con el estrés del parto y periparto». «Situaciones límite» de las que hablaba Villar o esa «compleja mezcla de alegría, agotamiento, amor y preocupación», de la que hablaba la duquesa.

Según el doctor Traver, una depresión de este tipo está relacionada con las expectativas, sobrecargas y apoyo social de la madre. Además, añade que el perfil de la vulnerabilidad a la depresión posparto está relacionado con dos hechos fundamentales: los antecedentes de enfermedad afectiva en la familia y la calidad del apoyo social obtenido de los familiares y pareja, asociado asimismo a un perfil inseguro de personalidad y baja autoestima. Quizá a esto se refería Middleton cuando aseguraba que « en algunos momentos sientes falta de confianza en ti misma y que crees que no sabes nada».

Los síntomas de una depresión post-parto son angustia, llanto continuo, preocupación por la salud del bebé, sentimiento de incapacidad para cuidar de él, insomnio, pérdida de apetito... «En resumen, los síntomas nucleares de la depresión sumados a la sensación de incapacidad», añade el jefe del área de salud mental del Hospital Provincial.

Para el doctor, la causa más importante de la depresión post-parto es «la falta de apoyo social percibido». Con todo, este estado de depresión se supera con un tratamiento antidepresivo farmacológico adecuado y cohesionando al grupo familiar en torno a las tareas de apoyo a la madre. Además, tal como apunta el doctor, actualmente hay fármacos con los que no es necesario retirar la lactancia y «se aconseja seguir con ella para fortaleces el vínculo de apego seguro entre madre e hijo». El departamento de salud pública de Castelló cuenta con los recursos necesarios para la prevención, diagnóstico y tratamiento de la depresión post-parto.