Nada pudo hacer el benlloquí Roberto Bautista ante Rafa Nadal en los octavos de final de Roland Garros. El castellonense se despidió del Grand Slam parisino después de caer ayer, en una hora y 51 minutos, por 1-6, 2-6 y 2-6 contra el tenista manacorí. Bautista había alcanzado esta ronda después de ceder sólo un set en el torneo, pero apenas presentó oposición ante un Nadal que crece con cada encuentro que disputa.

En su partido 78 en este Grand Slam, Nadal igualó con el suizo Roger Federer en número de veces en colocarse entre los ocho mejores del torneo. El tenista mallorquín, que persigue levantar su décima Copa de los Mosqueteros, llega a sus undécimos cuartos con el segundo mejor balance de su carrera, con solo 20 juegos cedidos, uno más que en 2012.

Poderoso como en sus mejores años, Nadal no tuvo piedad de su compatriota, como había sucedido en las doce precedentes veces que se enfrentó en Roland Garros a un tenista de su misma nacionalidad. Bautista, que había mostrado un buen nivel en París, fue víctima del gran tenis del mallorquín, que con la de ayer suma ya 99 triunfos sobre tierra batida en partidos al mejor de cinco sets, en los que solo ha dejado escapar dos derrotas.

Tras haber sumado su décima victoria en Montecarlo y en Barcelona y haber ganado también en Madrid, Nadal suma ya 21 triunfos este año en tierra batida, superficie en la que solo ha concedido una derrota. Nadal fue implacable, muy concentrado. El castellonense volvió a encontrarse con un muro enfrente. Si el año pasado fue el serbio Djokovic, que acabó ganando el torneo, quien le apeó en ese estadio de la competición, en esta ocasión fue un Nadal en plenitud de forma quien lo hizo. El mallorquín se medirá en cuartos de final contra el asturiano Pablo Carreño, que se deshizo del canadiense Milos Raonic en cinco sets (4-6, 7-6, 6-7, 4-6 y 8-6).

«Es muy difícil ganarle»

Después de su derrota, Bautista aseguró que ganar a Nadal «no es imposible, pero sí muy difícil». «Te juega todos los puntos, no descansa ningún punto, mete mucha intensidad en todo el partido», señaló. «En el primer set he tenido la sensación de que yo mandaba más, pero ha terminado 6-1. A partir de ahí, él ha mandado más y yo he dejado de jugar como hasta ese momento y él ha tomado el control del partido», comentó.

«Creo que he estado bien en el primer set, luego me he alejado de las cosas que tenía que hacer, he dejado de ser igual de agresivo, no he sacado todo el tenis que tengo dentro, por eso estoy un poco disgustado», concluyó el tenista castellonense.