El distrito cerámico de Castelló, que es el principal consumidor industrial de gas natural a nivel nacional, exige al Gobierno que se adopten todas las medidas necesarias para garantizar el acceso a un gas competitivo, en condiciones de igualdad al que tienen acceso el resto de industrias consumidoras europeas, puesto que el marco legal ahora vigente, incluido el tan reivindicado hub, no están dando los resultados esperados.

La reclamación de las empresas cerámicas castellonenses se suma a la del resto de sectores industriales que forman parte de la asociación nacional GasIndustrial.

De hecho, dichas reivindicaciones se hicieron públicas y oficiales durante la asamblea anual de GasIndustrial, que aglutina a 60 empresas de un gran abanico de sectores, todas las grandes empresas consumidoras de este derivado del petróleo y entre las que figuran la mayor parte de las empresas cerámicas de Castelló.

Juan Vila, presidente de GasIndustrial, reiteró, en nombre de todos los empresarios, «la imperiosa necesidad para la industria española de contar con un gas competitivo respecto a Europa, ya que los costes del gas en nuestro país siguen suponiendo una clara desventaja para las industrias nacionales que compiten en mercados europeos donde el gas tiene unos costes notablemente menores». Este es el caso de Alemania o Francia. «Una industria competitiva necesita un gas competitivo», insistió.

En este sentido, varias fueron las propuestas concretas que, a su juicio, hay que poner sobre la mesa para conseguir que el gas que necesitan los hornos azulejeros para funcionar lo haga con precios competitivos: «Mayor liquidez para MibGas -la empresa encargada de la gestión del hub del gas-- y oferta con productos adecuados a las necesidades de la industria; la necesidad urgente de materializar MidCat -el gasoducto España/Francia- para ampliar la oferta y dejar de ser una isla energética; y una rebaja en los peajes por el uso de la infraestructura».

El hub no está funcionando

El hub del gas que tan insistentemente pedía la industria azulejera, gran consumidora de esta energía para el funcionamiento de los hornos, ha cumplido año y medio desde que el consejo de ministros del Gobierno aprobara su creación, pero con un efecto muy limitado. Según ha venido denunciando GasIndustrial, MibGas, la firma concesionaria encargada de la gestión del hub, «apenas negocia un 2 % de la demanda total del país», un volumen que anula cualquier capacidad de intervención en la política de oferta y demanda de energía y, por tanto, que se traduzca en contratos de suministro con precios más favorables.

Hay que recordar que la creación del hub, que funciona como el mercado de valores o bolsa, el objetivo era hacer públicos el número de empresas que ofertan y el de industrias que demandan. Esa conexión entre oferta y demanda, pública es la que debía crear la competencia y, por tanto, reducir el precio de los contratos para los consumidores, «hasta un 20 %» según cálculos de Ascer, una estimación que ha quedado muy lejos de la realidad.

Para Vila, lo deseable sería «triplicar el número de traders», potenciar «la negociación de la demanda nacional» y una «señal de precios útil para la competitividad», con «capacidad para trasladarse» a los contratos industriales.

Revisión de costes

Los empresarios, además, también exigen que se lleve a cabo, y a la mayor brevedad posible, una «revisión de los costes regulados», es decir, de los peajes. Y esta petición responde a que, según Vila, «el 76 % de los costes del sistema gasista español son transporte y distribución», impuestos que van a cubrir el gasto de unas infraestructuras con «sobrecapacidad» y que funcionan a medio gas.

Todos estos condicionantes hacen que las empresas del resto del Viejo Continente estén pagando la energía entre «un 20 % y un 25 % más barata» según estimaciones de GasIndustrial, lo que repercute muy negativamente en su competitividad.