La Guardia Civil detuvo este jueves a un hombre y ha iniciado la investigación sobre otro individuo, ambos acusados de robar 18 colmenas de abejas valoradas en 1.100 euros, según informó el instituto armado en un comunicado.

La actuación se inició con motivo de los servicios que la Guardia Civil tiene establecidos para combatir los robos y hurtos en el campo, cuando los agentes tuvieron conocimiento de que se había producido un robo de colmenas de abejas en un terreno de Castelló.

Agentes del Equipo Roca de Castellón y del Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza) consiguieron localizar un colmenar asentado en la localidad de Benicàssim, en el cual se encontraban diferentes tipos de colmenas con el número de identificación correspondiente al propietario de las colmenas sustraídas.

Asimismo, averiguaron que dos personas habían forzado la valla de acceso del terreno para cometer el hecho delictivo, para posteriormente ubicar las colmenas en el término municipal de Benicàssim.

Como resultado de las gestiones la Guardia Civil procedió a la detención de un varón y a la investigación de otro, de 46 y 35 años, respectivamente, como supuestos autores de un delito de robo con fuerza.

La actuación de los agentes ha permitido recuperar un total de 18 colmenas sustraídas, que están valoradas en 1.100 euros, las cuales fueron devueltas a su legítimo propietario. Las diligencias instruidas han pasado disposición de los Decanatos de los Juzgados de Castelló.

El robo de enjambres de abejas se ha convertido en una constante que sufren los apicultores de Castelló, debido a la elevada mortandad acaecida esta primavera y que se ha atribuido al uso de pesticidas de manera irregular.

El pasado mes de marzo, un apicultor de Cervera del Maestre denunció el robo de 120 cajas de colmenas, ante el añadido que en esta ocasión las infraestructuras quedaron completamente dañadas.

Los apicultores informan de la «demanda brutal» de enjambres provocada por la elevada mortandad y aseguran que esta circunstancia está en el origen de la proliferación de robos en los campos valencianos. Recientemente, apicultores de Onda denunciaron también el uso de pesticidas.