Parece que la celebración de la Semana Santa no está siendo del agrado del clero castellonense y han solicitado a la diócesis de Segorbe-Castelló que tome cartas en el asunto. Según fuentes consultadas por Levante de Castelló, la nueva Junta Local de Cofradías y Hermandades de Castelló quiere recuperar la procesión del Jueves Santo con la finalidad de devolverle al Santo Entierro del Viernes Santo el silencio y la seriedad de antaño.

Y es que, el clero castellonense le ha manifestado al obispo, Casimiro López, su malestar por la deriva que ha tomado en los últimos años la Semana Santa de la capital de la Plana y se está estudiando por ello una reforma de la misma que pasaría por recuperar las tradiciones más singulares de la ciudad en este sentido. En Castelló solo se celebra la procesión del Viernes Santo en la que participan una multitud de colectivos (legionarios, Colla de Dolçainers, tambores y cantos gregorianos, entre otros). La procesión del Jueves Santo tendría como finalidad aglutinar toda esta alta participación y devolver a las cofradías tradicionales de Castelló, La Sang y Paz y Caridad, el protagonismo en el Santo Entierro.

La tradición de celebrar la procesión del Jueves Santo en Castelló se perdió en el siglo XVII. No obstante, en el año 1989, un grupo de personas decidieron recuperarla y organizaron un desfile en el que participaron los padres escolapios, los terciarios, los agustinos, universitarios, aragoneses, andaluces y hasta los ciegos de la Once. Así, desde la iglesia de San Agustín partieron un Cautivo, un Nazareno, un Crucificado y hasta la imagen de Sant Pere del Grau.

Esta marcha, en la que los estudiantes corrían con Sant Pere al hombro en lo que se llamó «la fugida», no fue del agrado del clero y del entonces clavario de la Cofradía de la Sang que se posicionaron en contra de esta iniciativa. Causó tal malestar que el obispo Josep Maria Cases Deordal apeló al Concilio Vaticano II para suspender este acto, que ya al año siguiente no se celebró. Según el concilio, de 1959, solo se seguirían celebrando las procesiones de Semana Santa que se venían celebrando, impidiendo así que salieran los días en los que entonces no se celebraban.

Ahora, las cofradías y el clero de Castelló ven en la procesión del Jueves Santo la oportunidad de desplazar todos los elementos que distorsionarían la procesión del Viernes Santo y que el Santo Entierro recuperara su solemnidad. Tras la petición de la Junta Local de Cofradías y Hermandades, tendrá que ser el Obispado quien se posicione para dar solución a este problema.