Desde hace tiempo, el Villarreal tiene clara su apuesta por jugadores a largo plazo. La secretaría técnica amarilla busca hombres jóvenes, fichados desde otros equipos o promocionados desde las categorías inferiores, para que se conviertan en base del proyecto del primer equipo. Es el caso de Bruno Soriano, Manu Trigueros, Mario Gaspar o Jaume Costa. Manteniendo esta línea, el submarino este verano ha vuelto a invertir en fichajes prometedores y proteger a las perlas de la cantera amarilla.

Hace sólo dos días el club anunció la prolongación del contrato de Alfonso Pedraza. Tras sus cesiones al Lugo y al Leeds United, con las que ha subido su cotización en el mercado, el Villarreal ha atado al cordobés, de 21 años, hasta 2021. Sus pasos puede seguir Rodrigo Hernández. El mediocentro, que ahora mismo compite en Polonia con la selección española sub-21, tiene contrato con el conjunto de la Plana hasta 2018, pero en breve podría ampliar su relación con el equipo amarillo.

Además, la pretemporada arrancará con otros hombres jóvenes que podrían tener sitio en el primer equipo amarillo. Adrián Marín, con 20 años, regresa al Villarreal tras su cesión al Leganés. El murciano podría ser el suplente perfecto de Jaume Costa, y podría encontrar minutos a lo largo de la temporada. Por su parte Pablo Íñiguez, 23 años, afronta su última oportunidad para asentarse como alternativa en la defensa amarilla. Después de préstamos a Girona y Rayo Vallecano, Íñiguez buscará un hueco en el equipo de Fran Escribá.

A estos nombres se debe unir el de Leo Suárez. El extremo ya debutó la pasada campaña en Primera División a las órdenes de Fran Escribá. Aunque cabe la posibilidad de que salga cedido, tampoco se descarta que pelee por minutos en el primer equipo, mientras sigue ayudando al filial en Segunda División B.

Fichajes con recorrido

La política de apostar por el futuro la ha mantenido el Villarreal en sus fichajes. Por lo que parece, las incorporaciones de Enes Ünal y Rubén Semedo, junto a la compra del cedido Andrés Fernández, serán las únicas adquisiciones amarillas en este mercado estival.

El turco Ünal, de sólo 20 años de edad, está llamado a convertirse en la referencia ofensiva del equipo en los próximos años. Mientras, en la zona de retaguardia, Rubén Semedo debería hacerse con un puesto relevante tras la marcha de Mateo Musacchio. El central portugués, de 23 años, puede convertirse en uno de los pilares defensivos del equipo para las próximas campañas.