Agentes de la Comisaría de Albacete han culminado una investigación que ha permitido la desarticulación de una red criminal asentada en las ciudades de Castelló y Albacete, dedicada al tráfico ilícito de vehículos, que alquilaba turismos y furgonetas en empresas y los vendía como de ocasión.

Según informó la Delegación del Gobierno, esta organización actuaba en todo el territorio nacional y las investigaciones se han saldado con la detención de siete personas, esclareciéndose más de 20 delitos e interviniéndose un revolver, 17 tarjetas de telefonía, 1.400 euros y diversas documentación relacionada con la compraventa de vehículos.

Esta organización se dedicaba a alquilar turismos y furgonetas en empresas, ubicadas en diferentes ciudades del levante español, manipulaban la documentación y vendían como vehículos de ocasión en el mercado de segunda mano, principalmente a través de páginas web especializadas en el sector de la compraventa.

Las gestiones se iniciaron a partir de la actividad de un vecino de Albacete, vinculado al tráfico de drogas, que formaba parte de una organización delictiva que operaba en toda España con ventas fraudulentas de automóviles usados. A.T.P., de 45 años vecino de la capital albaceteña, con amplio historial delictivo, se desplazaba asiduamente a València para realizar ventas de vehículos a personas que los adquirían tras haber visualizado un anuncio en Internet. Solía simular ser el suegro del vendedor, que no podía acudir a la cita por haber sufrido un accidente de circulación, razón por la que tenía que vender el vehículo recién comprado a un precio muy bajo.

La organización estaba formada por un clan familiar residente en Castelló, cuyo patriarca dirigía, controlaba y organizaba de primera mano la actuación del resto de los miembros, encaminada a la obtención de grandes cantidades económicas.

Durante la investigación se han realizado tres registros domiciliarios en Albacete y Castellón, donde se ha intervenido numerosa documentación, que podría permitir esclarecer otros hechos delictivos, así como tarjetas de telefonía, empleadas para contactar con víctimas de las estafas, un revólver y 1.400 euros.