El colegio Enric Soler i Godes estrenará el próximo curso un patio mucho mayor que el actual e inspirado en los postulados pedagógicos que pretenden dotar a estos espacios de un componente educativo basado en los valores de la ecología. El centro ampliará la superficie de su zona de recreo en 4.000 metros cuadrados que pertenecían a una zona dotacional adyacente. La superficie compartirá áreas asfaltadas para el desarrollo de las clases de Educación Física con amplias zonas ajardinadas en las que se plantarán más de medio centenar de árboles y numerosas plantas aromáticas.

Además, habrá areneros con cinco tipos diferentes de tierra para que los niños y niñas de Educación Infantil puedan jugar y manipularlas. Los desniveles en la superficie y las fuentes repartidas por el patio lo dotarán, además, de una apariencia más cercana a un parque que a un patio tradicional.

El proceso de reforma del centro ha contado con la participación de toda la comunidad educativa, desde la dirección del colegio hasta los profesores pasando por la asociación de madres y padres de alumnos (AMPA).

Todos ellos han trasladado a los técnicos y a la empresa adjudicataria de la obra su ideas, preferencias y necesidades. «Pusimos en contacto a los dos partes y plasmaron las conclusiones en un documento que es en el que se ha estado trabajando», explica Enric Porcar, concejal de Educación, quien se declara muy satisfecho por la reforma, «que es la de mayor cuantía y entidad en un colegio en los dos años del actual equipo de gobierno municipal», finaliza.