El Teatre Principal de Castelló fue el protagonista ayer de la puesta en escena de los grupos políticos en el pleno del ayuntamiento, unos defendiendo los cambios que va a aplicar el Instituto Valencià de Cultura para evitar que el recinto deje de acoger

toda clase de actos sociales, festivas o de asociaciones vecinales y priorizar «una programación cultural de calidad», y otros para acusar a la Generalitat y al equipo de gobierno municipal de «atacar a la sociedad civil castellonense».

Todo partió de la moción planteada por el Partido Popular, rechazada por los votos en contra de PSPV, Compromís y Castelló en Moviment, que instaba al ayuntamiento a condicionar la subvención de 100.000 euros a la Conselleria de Cultura a que «la sociedad civil pueda hacer uso del Teatre Principal para actos culturales, tradicionales y de reconocimiento público, como se ha venido haciendo hasta ahora».

Begoña Carrasco, portavoz del grupo municipal popular, acusó en su intervención al nuevo director del Institut Valencià de Cultura de «llegar como el mesías para reeducar a los castellonenses sobre lo que es cultura». Según Carrasco, «el teatro era de todos y para todos, y ahora se crea un problema innecesario y se echa del lugar a asociaciones y colectivos castellonenses a los que no se considera profesionales». La edil popular se preguntó si «a los que no nos gusta Raimon o El Botifarra no entendemos de cultura».

Verònica Ruiz, edil de Cultura, acusó a Carrasco de «insultarnos cuando dicen que queremos acabar con las tradiciones y la cultura castellonenses». Explicó que «si con algo queremos acabar es con la forma del PP de entender el uso de las instalaciones públicas y con la red clientelar del PP, que ya ha pasado a la historia». Ruiz recordó además que actos como la presentación de Na Violant o la imposición de bandas de las reinas de las fiestas seguirán en el Teatre.

Por su parte, el portavoz de CseM, Xavi del Señor, le echó en cara al PP el haber defendido «una política cultural basada en intereses inmobiliarios y en el ataque a la lengua valenciana». En esta línea, insistió en que el Teatre Principal «no puede condicionar su programación a los homenajes que decidan hacer las asociaciones, que tienen para eso espacios muy dignos». Y aquí salió a colación el Palau de la Festa. «¿Cree el PP que el Palau de la Festa, en el que se gastaron 8 millones de euros, no es un espacio digno para proclamaciones, distinciones y homenajes?», preguntó Del Señor.

Conservatorio de danza

En otro orden de cosas, se aprobó por unanimidad solicitar a la Generalitat que asegure en el proyecto de presupuestos de 2018 una partida para crear el conservatorio superior de danza para dar servicio a las comarcas de Castelló y poder iniciar así un primer curso para el periodo 2018-2019. Así mismo, el pleno ratificó el hermanamiento con la ciudad rumana de Târgoviste basándose en la propuesta realizada por la Concejalía de Hermanamientos y Relaciones Institucionales.