David Cubillas Peña (Castelló, 19 junio de 1990) se forjó en las categorías inferiores del Villarreal. Fue escalando por el juvenil, el primer y segundo filial. Luego emigró para fichar por el Deportivo B, y luego se le abrió la puerta del Espanyol B (2012-13). Sus siguientes pasos fueron Huracán de Valencia, Villarreal B, repitió media campaña en Huracán (2015-16, excluido de la competición por no pagar tres recibos arbitrales), y en enero de 2016 firmó por el Melilla donde jugó la última temporada y media.
Al final, de albinegro.
Sí, ha sido un verano movido y largo, pero al fin y al cabo creo que la decisión que he tomado has sido la más correcta. La decisión fue tomada con el corazón y el alma, y ahora a disfrutar.
Ahora a por todas.
Claro. La exigencia es máxima, igual que la ilusión. Vamos a ponernos bien físicamente, que cuesta bastante ahora, y a por todas en el inicio de una Liga que será muy competida y donde estará muy caro estar entre los cuatro primeros clasificados.
Puede ser una temporada bonita, con más de ocho mil abonados.
Lo de la afición del Castellón es una barbaridad, una locura. Gente de fuera me pregunta qué pasa aquí en esta ciudad y provincia, y el ambiente que la rodea. Repito que es una locura y nosotros, los jugadores, encantados, que nos animen y la plantilla está deseando darlo todo para que la afición esté contenta, y nos apoyen al máximo durante toda la temporada.
¿Qué puede aportar Cubillas al Castellón?
Trabajo, esfuerzo y dedicación absoluta. Ilusión máxima. Me dejaré la vida por esta camiseta que quiero desde muy pequeño. Es lo que ofreceré yo y el resto de compañeros del equipo.
Y goles.
Está claro. Los delanteros están para eso: para marcar goles. Con el trabajo y el esfuerzo de todos los compañeros los goles llegarán, y feliz si me toca meterlos a mí. Todo lo que sea ayudar al resto de equipo lo haré. Los delanteros somos los que más cerca de la portería rival estamos, y por eso se nos exige más. El resto de atacantes del equipo también están ahí, para sumar como yo.
