El Ayuntamiento de Castelló prevé rebajar el próximo año un 50 % el Impuesto de Bienes Inmuebles en las viviendas y pymes que apuesten por las energías renovables. Esta propuesta ha sido acordada por los partidos que integran el Pacte del Grau de cara a las ordenanzas fiscales de 2018 y está a la espera de que los servicios técnicos confirmen su viabilidad.

Para este año, el ejecutivo local aprobó por primera vez una bonificación por el uso de renovables de un 25 % en el IBI y para 2018 contempla ampliarla hasta el 50 % e incluir a pequeñas y medianas empresas. A los beneficiados, además, explican fuentes municipales, se les aplicará un periodo de bonificación que oscilará de uno a diez años en función del valor catastral de la casa. Los inmuebles con un IBI elevado contarían con menos años de bonificación, mientras los de menos valor y que pagan menos IBI se podrán acoger a la misma en un máximo de 10 años.

La idea del ejecutivo local es que con esta rebaja del IBI los propietarios de las viviendas o empresas recuperen en parte la inversión realizada en instalaciones de energía solar.

PSPV, Compromís y Castelló en Moviment ya han consensuado las ordenanzas fiscales del siguiente ejercicio. De esta forma, el equipo de gobierno tiene asegurada la mayoría en el pleno municipal. Los tres han abogado por disminuir el IBI de modo general y por aumentarlo en grandes empresas y en las concesionarias del puerto de Castelló.

Así, según el acuerdo, el gravamen aplicado al IBI de naturaleza urbana bajará un 7,69% en 2018, sumándose al 5% de disminución ya aplicado este año. La reducción para el próximo ejercicio fiscal en el caso del IBI rústico será del 25%, el mismo porcentaje que ya ha entrado en vigor en 2017.

También se prevé una reducción de cinco puntos a los inmuebles de uso no residencial con los valores catastrales más altos.

Asimismo y tal como informó el ayuntamiento en su momento, los firmantes del Pacte del Grau proponen una mejora de los criterios de progresividad con la incorporación de nuevos tramos en la bonificación por ingresos. Mantienen la bonificación máxima del 90% (60% por ingresos y 30% por valor catastral) pero la refuerzan la distribución de las bonificaciones a familias numerosas.

Usos sociales y culturales

También quieren ampliar al máximo legal la bonificación del IBI Cultural del 30% aprobado en 2017 al 95% con el objetivo de compensar la subida del IVA. Esta medida se aplica en inmuebles con actividades culturales como librerías, teatros, salas de cine, galerías de arte o salas de concierto. Se plantea esta misma bonificación del 95 % para los inmuebles con un uso social (cesión gratuita o alquiler social a familias en riesgo de exclusión social o en proceso de inclusión).

Cabe recordar que el ayuntamiento ha solicitado a la dirección general del Catastro una revisión catastral para adecuar sus valores a la realidad actual. La última modificación se aprobó en 2011 y comportó una duplicación del catastro. Recogió un baremo de la época del «boom» inmobiliario pero que se aplicó en plena crisis económica. El consistorio tenía que esperar cinco años para poder reclamar otra actualización catastral. Tanto el anterior ejecutivo como el actual rebajaron en los años pasados el coeficiente del IBI para amortiguar el impacto de la revisión catastral. El Impuesto de Bienes Inmuebles es la principal fuente de ingresos del ayuntamiento.

Las ordenanzas fiscales municipales provocaron hace dos años la primera crisis entre el equipo de gobierno y su socio de Castelló en Moviment. A partir de ahí, las tres formaciones progresistas reforzaron su coordinación para evitar desencuentros en asuntos esenciales de la gobernabilidad como pueden ser los presupuestos municipales o las citadas ordenanzas fiscales. Partido Socialista y Compromís gobiernan en minoría con el apoyo desde la oposición de CseM.