La Vilavella comenzó ayer con los días más esperados para los ciudadanos del municipio. Se trata de unas fiestas patronales en las que habrá actividades muy diversas para todos, desde conciertos a discomóvil, pasando por orquestas, actos taurinos, actividades para niños o los tradicionales actos religiosos como las misas.

Además de todo ello, se incluirán novedades significativas, como una jornada dedicada a los bailes de salón, en la que destacarán los bailes tradicionales como el pasodoble, o la fiesta «Qué tiempo tan feliz», de temática remember, una jornada musical dedicada a las canciones que sonaron durante años en las discotecas más famosas de la Comunitat Valenciana, tales como La Factoría o La Mina, en la que tendrán cabida diferentes estilos de la época.

El alcalde de la localidad, Manel Martínez, ha destacado la variedad de actividades que se incluyen en el programa de fiestas de este año. «Tiene como objetivo dar opciones de entretenimiento a todos los colectivos y edades», ha subrayado Martínez.

El consistorio continúa, además, con los actos de ganadería, trayendo a dos toros cerriles. También ha destacado otros actos, como la gincana que se realizará para las peñas y todos aquellos que quieran participar y el ya recurrente día de los disfraces, un habitual de los programas de fiestas patronales.

«Personalmente me quedo con dos actos: el último día, el domingo, con la Misa Solemne de la Translación del Señor, que concluirá con un gran castillo de fuegos artificiales, y el último sábado, día en el que se realizará la tradicional torrà de carne, que la anterior legislatura no se celebró pero que nosotros lo hemos recuperado», ha comentado el primer edil de la Vilavella, que disfrutará como alcalde de las fiestas patronales del municipio por primera vez.

Cabe destacar, por otro lado, la distribución del presupuesto de fiestas, en el que los actos musicales (60.000 euros) doblan a los gastos por actos taurinos (cerca de 30.000 euros). Una apuesta del consistorio por fomentar con más recursos los eventos musicales, sean del género que sean, aunque sin renunciar a un festejo milenario y con mucho arraigo en la Comunitat Valenciana como son los «bous al carrer».

Finalizada la semana de actividades previas, que desde el día 3 de septiembre comenzó a calentar los motores de la ciudad, se dio el punto de partida de las verdaderas fiestas: la «Cridà». Este año, el encargado de inaugurar la semana más especial de la Vilavella fue el ciclista olímpico Sebastián Mora, que compitió en los Juegos Olímpicos de Londres en las modalidades de pista.

Mora invitó, desde el balcón del Ayuntamiento, a todos los vilavellenses a participar en sus festejos. Lo hizó acompañado de autoridades municipales como el alcalde de la localidad.

Otras actividades reseñables son las tradicionales cenas de «pa i porta», el Campeonato de Póker, que será patrocinado por el Mesón del Vino, el Summersplah, que se basará en un tobogán gigante con agua que refrescará a los asistentes y hará pasar un buen rato, o la cena de fin de fin de fiestas, que se basará en embutidos de algunos carnicerías locales, lo que muestra una vez más la participación de muchos sectores del pueblo en estos festejos.

La Vilavella afrontará con emoción y júbilo su semana más especial, los días más relevantes de su localidad. Y lo hará uniendo en armonía a vecinos, autoridades, y visitantes que se acerquen a disfrutarlas, para enmarcar en los libros de historia de la localidad unos festejos muy esperados por todos aquellos que participan en ellos.