Los miles de espectadores que abarrotaron ayer la calle Colón de Segorbe para presenciar la penúltima Entrada de toros y caballos de Segorbe pudieron disfrutar de una Entrada prácticamente perfecta y con gran vistosidad.

Y es que la sexta de las internacionales entradas de toros y Caballos de la capital palantina fue, sin duda, una de las mejores Entradas que se ha registrado durante la semana en Segorbe. Así también lo consideraba uno de los jinetes participantes en la misma, Ramón Ardit, quien explicaba que bajo su punto de vista la de ayer, «fue una de las entradas más bonitas de la semana. Toros y caballos han ido muy agrupados desde el principio, algo que también hay que agradecer a la multitud de gente que ha venido hoy (por ayer) que hace que apretemos muchos a los caballos y que todo sea más compacto. Ha sido espectacular», apostillaba Ardit.

Por su parte, también el caballista Andrés Berbís mostraba esta misma impresión al considerar la entrada como «muy buena, los caballos han sido muy bien cogidos desde el principio en los Mesones y la bajada ha sido buena».

Otro de los participantes, Guzmán Peyrolón, apuntaba que desde su perspectiva y su localización de bajada, «ha sido buena. Creo que de las más juntas de la semana y, lo más importante, que, como todos los días, hemos llegado toros, caballos y caballistas bien hasta la plaza».

Por lo demás, a la Entrada de ayer le acompañaron también los 24 grados de temperatura, que apaciguaron el calor de días anteriores, así como la espera en una abarrotada calle Colón que registró el lleno absoluto para presenciar la bajada espectacular de estos seis astados colorados de la ganadería de Germán Vidal, que, acompañados en perfecta sintonía con los caballistas participantes, dejaron con muy buen sabor de boca a los espectadores que acudieron hasta Segorbe.

Y es que, la de ayer podría definirse como una Entrada de manual en la que, los toros fueron agrupados en los apenas 50 segundos que duró la carrera desde la salida de los astados de la calle del Argén hasta la llegada a la Cueva Santa. Unos 450 metros por los que por los trece caballistas sintonizaron a la perfección formando la conocida forma de rombo en la que actúan de única barrera entre astados y espectadores.

Como si de una cremallera se tratase, astados y caballistas se abrían paso entre el recorrido de la entrada ante la multitud aplastante de miles de cabezas que esperaban la llegada de éstos dando incesantes botes hasta el paso de los protagonistas por cada uno de los puntos del recorrido. Tan solo en Mesones, los primeros segundos uno de los caballos quedó al salir entre los toros pero rápidamente se recolocó en el flanco derecho para enfilar la bajada.

Como manda la tradición, la subida de los caballistas fue el ritual de ovación y aplausos ante un público entregado.

Hasta la tribuna de autoridades no faltaron el director general de Economía, Francisco Álvarez; el gerente del Hospital de Sagunt, José Luis Chover; las falleras de Torrent, las de la Politècnica y la corporación municipal.