«Todo es susceptible de mejorar y no caeremos en triunfalismos». Así concluía ayer el discurso que ofreció el conseller de Educación, Vicent Marzà, en la inauguración del curso académico de la Universitat Jaume I (UJI) en el que reivindicó la política de becas que está realizando la Generalitat Valenciana. Según apuntó, en la Jaume I se han invertido 21 millones de euros, que este curso benefician a 4.380 estudiantes de la universidad pública de Castelló.

Según detalló, en este curso la UJI contará con más de 13.000 estudiantes de grado y máster, con 36 titulaciones de grado, 43 másteres oficiales y trece institutos universitarios. Marzà destacó que «las comarcas de Castelló son mejores gracias a la Universitat Jaume I. El impacto de la institución en la sociedad castellonense es palpable en los ámbitos académico, cultural, cívico y democrático. Pero no solo en las comarcas de Castelló, sino como eje vertebrador de todo nuestro territorio».

También aplaudió el trabajo conjunto entre la Generalitat y las universidades públicas valencianas: «Trabajamos codo con codo por el I+D+i, la mejora de las condiciones laborales del personal, la financiación universitaria y la rebaja de tasas para el alumnado, una larga reclamación de la comunidad universitaria que estamos atendiendo y que se suma al incremento de las becas».

En cuanto a los compromisos financieros derivados de la deuda histórica con la UJI, ésta subía a 82 millones de euros a la llegada del actual Consell pero «después de 2017 se habrá reducido a menos de la mitad», destacó el conseller. La dotación más importante de las subvenciones concedidas a la UJI se ha destinado a la Facultad de Ciencias de la Salud, en la cual se imparten los grados de Enfermería, Medicina y Psicología.

Marzà también aludió a «una de las principales preocupaciones del Consell y de la Conselleria de Educación, compartida con los cinco rectores: la política de tasas, becas y ayudas al estudio». Así, detalló el instrumento para evitar que ningún estudiante se quede fuera de la universidad por motivos socioeconómicos, que se ha centrado en la reducción de tasas universitarias y en el sistema de becas para estudiantes. El establecimiento de las tasas académicas se enmarca, según Marzà, «en un contexto de desequilibrio en la financiación autonómica» que recibe la Comunitat.