El Ayuntamiento de Castelló ha presentado a Reciplasa la segunda fase de la prueba piloto de la recogida de residuos orgánicos a través del contenedor marrón tras concluir la primera fase con más de 26 toneladas en la primera fase.

Se trata de un estudio que analiza los pormenores de la recogida de este tipo de residuos en relación al entramado urbano en su plano físico, al tipo de residentes y a la capacidad de los camiones de recogida, con la intención de analizar su implantación de manera definitiva en el conjunto de la ciudad.

En la citada primera fase se pusieron contenedores marrones de recogida de residuos orgánicos en calle San Roque con Alcalde Tárrega, una parte del Raval Universitari y la zona centro, tres zonas que permitían analizar las recogidas puerta a puerta, por carga lateral y por carga trasera con distintos tipos de contenedores.

Según apuntaron este viernes fuentes municipales, los resultados de las recogidas alcanzaron los 26.460 kilos, en una prueba piloto que afectaba a 7.651 habitantes. Por zonas, en la zona Sant Roc (Norte) se recogieron 12.080 kilos, en la zona UJI (Oeste), 9.200 kilos, mientras que en la zona Centro, que estuvo activa de marzo a junio, la cantidad recogida fue de 5.180 kilos.

El presupuesto destinado a esta segunda fase será de 105.000 euros y además de al Grau y a la zona del distrito Este, se ampliará a los denominados productores singulares. En esta categoría se incluyen colegios, comedores sociales, establecimientos comerciales y zonas de concentración de bares y restaurantes, aunque desde el Ayuntamiento de Castelló se indicó que estos productores todavía están por definir.

Al igual que la primera fase, el Ayuntamiento de Castelló ha presentado la propuesta a Reciplasa, la entidad pública de gestión y recogida de residuos que agrupa a los municipios de la zona centro de Castelló, dentro de su programa Plan de impulso de «Proyectos de mejora medioambiental en la gestión de residuos».

Los contenedores marrones están destinados a la recogida de residuos orgánicos, aunque su especificidad determina que no toda la comida, por ejemplo, se debe tirar a este contenedor. En el cubo marrón deben depositarse restos de comida cocinada o no (carne, pescado, cáscaras, fruta, verdura y alimentos caducados), restos de café e infusiones y restos de jardinería.