El portavoz de Fomento en el Congreso y presidente del Partido Popular en Castelló, Miguel Barrachina adelantó este viernes en rueda de prensa que el ministerio estudia implantar peajes para el mantenimiento de la AP-7 tras finalizar la concesión el 31 de diciembre de 2019.

Barrachina aseguró que la opción de licitar una nueva concesión para que una empresa privada explote la autopista AP-7 está absolutamente descartada, al tiempo que anunció que la voluntad actual de los responsables de Fomento de no aplicar peajes en la carretera estará supeditada a un estudio económico y a la disponibilidad de fondos en la administración estatal llegado el fin de la concesión.

«Al margen de la decisión sobre las autopistas que acaban su concesión entre 2018 y 2020, que son unas siete a nivel estatal, la voluntad del Gobierno es asumirlas, pero estudiar si se aplican peajes y qué peajes», indicó Barrachina, quien añadió que «los peajes de construcción son mucho más caros que los de mantenimiento, más o menos en una relación de uno a tres».

En este sentido, el Estado ha calculado que el mantenimiento de este grueso de autopistas, basado en un informe de la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras (Seopan), se situa en 420 millones de euros.

De esta manera, quedaría descartada una nueva explotación de la concesión de la autopista de pago AP-7, pero queda la puerta abierta a implementar medidas de pago para financiar el mantenimiento y la actualización de la señalización de las vías. Este nuevo peaje quedaría condicionado a la disponibilidad presupuestaria y a una decisión a nivel estatal sobre las autopistas que actualmente pagan peajes por construcción.

En relación al resto de infraestructuras en el norte de la provincia, Barrachina se refirió a los trenes de Cercanías y a la construcción de la autovía entre el aeropuerto y el norte de la provincia.

Desdoblar la A7

El portavoz de Fomento en el Congreso incidió en que la voluntad del Gobierno es desdoblar la A7 y en que en la actualidad se están redactando los proyectos para unir los tres tramos que faltan de autovía desde Vilanova d'Alcolea hasta el límite de provincia y que convertirían la CV-10 en la A7. Miguel Barrachina recordó el compromiso del Estado en construir este tramo, al tiempo que la Generalitat construía la autopista hasta la base aérea. Así mismo, cifró la inversión en aproximadamente 200 millones de euros, «una cifra ligeramente superior a lo que ha costado traer el AVE a València -apuntó-», y adelantó que intentarán buscar la abstención del PSOE en los presupuestos para acometer esta infraestructura.

Convenio por Cercanías

El presidente del PP en Castelló incidió también en reclamar a la Generalitat la firma de un convenio para incrementar las frecuencias de trenes de Media Distancia entre Castelló y Vinaròs y volvió a recordar los convenios firmados entre el Ministerio de Fomento, Renfe y las comunidades autónomas de Aragón y Extremadura por los que estos gobiernos regionales aportan 4,9 y 6,5 millones respectivamente para bonificar los billetes en distintos tramos considerados deficitarios.

Cabe apuntar, no obstante, que en el caso extremeño, el ministerio comprometió a su vez un Plan de Inversión desde 2004 de 176,6 millones de euros para mejorar las vías del que en 2012 se había ejecutado el 91% con una renovación del 100 de los kilómetros previstos y mejoras en la velocidad de los convoyes.