Los profesionales de la cosa afirman ante cualquier empate, que todo lo que sea sumar es bueno. Pero los que opinamos a toro pasado acostumbramos a decir que todo depende de lo que pase en el encuentro de después y el Slavia, después, no tiene pintas de ser una perita en dulce. Como quedar primeros en la liguilla resulta principal, habrá que apretarse los machos. Jugar tres competiciones es lo que tiene y quien quiera peces tiene que mojarse el culo. Recibir dos goles en casa, en principio es un horror, fruto de algunos errores que no deberían producirse en un equipo que quiere estar en Europa para dar guerra, no para conformarse con ser un sparring para el chulito de enfrente.

La remontada estuvo bien, pero se quedó corta, porque los dos goles le sentaron a la parroquia del Estadio de la Cerámica como una patada en salva sea la parte, también porque se ha menospreciado al grupo desde el momento mismo del sorteo y en cuanto presentas tus credenciales a una competición de equipos que se han clasificado para pelear en una de las dos partidas europeas equipos mollares no hay.

Es curioso lo que le pasa a este equipo: que era fuerte en defensa y flojo en ataque, se ha trastocado, ha perdido consistencia en el sistema defensivo para mejorar el juego de ataque, pero ambas cosas tendrán que estar debidamente ensambladas. LaLiga es exigente, la Europa League, también y la Copa del Rey tiene un problema a resolver. Quiero progresar en ella porque me es exigible, pero para que esto ocurra, deberá entenderse que ni hay enemigo pequeño, ni el equipo puede entrar a los partidos pasada la media hora. Concentración, hermanos, que aquí y ahora todo el mundo viene a competir. Un punto es un punto y todo eso que el Villarreal ganó el jueves, del mismo modo que perdió dos.

Todo y lo dicho, al menos se conserva el primer puesto y quedan partidos suficientes para alcanzar la clasificación primero y pelear por el primer puesto por cuestiones de pura estrategia. Tres competiciones a la vez fatigan, cargan las piernas y ofrecen escasas posibilidades para el descanso, pero es lo que hay. La plantilla parece suficiente y suficientemente capaz pero hay que afrontar los compromisos tal que si les fuera la vida en ellos.

El empate logrado señala que ni hay enemigo pequeño ni el submarino es la mamá de Tarzán. Hay que mejorar el compromiso, mantener el cero en el marcador propio, que el gol llegará si hay convicción. El Vila-real se juega mucho en la competición europea que ofrece contrapartidas dinerarias pero prestigio y hay que roelo.