El español Marc Márquez (Repsol Honda RC 213 V) se adjudicó su sexta victoria de la temporada y dio un paso de gigante para conseguir su cuarto título mundial de MotoGP al vencer el Gran Premio de Australia de MotoGP que se disputó en el circuito de Phillip Island.

El triunfo de Marc Márquez, tras una laboriosa carrera que por momentos tuvo hasta ocho pilotos en el grupo de cabeza, unida al «desastre» de Andrea Dovizioso (Ducati Desmosedici GP17), que sólo pudo ser decimotercero, sitúa al piloto de Repsol Honda con una ventaja de 33 puntos en lugar de los once con los que llegó a Australia, en la pelea por el mundial de 2017.

Aunque Marc Márquez salió muy bien y se colocó el primero en la frenada de final de recta, por fuera se le coló en la segunda curva el australiano Jack Miller, ávido de agradar a la parroquia local a pesar de llevar escasamente 23 días tan sólo, desde que se produjo la lesión de tibia mientras se entrenaba practicando trial en Andorra.

La situación de Dovizioso se complicó muchísimo ya en los primeros instantes de carrera y a punto estuvo de complicársela a Marc Márquez el francés Johann Zarco (Yamaha YZR M1), quien intentó meterse por el interior de la trayectoria del piloto de Repsol Honda y le hizo levantar la moto, mientras él se salía y el italiano Valentino Rossi (Yamaha YZR M 1) los adelantaba a los dos.

Poco a poco Miller fue perdiendo fuelle y primero Johann Zarco y después Aleix Espargaró (Aprilia RS-GP) le acabaron superando. Los errores marcaron el desarrollo de la carrera. Pasado el ecuador, decimocuarto giro, Valentino Rossi superó primero a Márquez y después a Zarco para ponerse líder, pero Márquez reaccionó de inmediato y adelantó al francés para ponerse tras el rebufo del italiano.

A poco más de seis vueltas para el final Marc Márquez volvía ser líder de la carrera y tras él se colocaba Rossi. La vigésimo tercera vuelta fue la más rápida de Marc Márquez, que comenzó poco a poco a destacarse mientras Rossi, Iannone, Zarco y Viñales peleaban por ser segundos.