Horas, días, semanas y meses entrenando, esperando resolver los problemas burocráticos para poder jugar. Es el caso del delantero italiano Davide Castelli, futbolista que lleva casi un año en el Villarreal esperando la tramitación de su licencia para poder enfundarse la elástica amarilla. Este ariete sonrió el pasado día 21 cuado pudo debutar en la División de Honor. Durante todo este tiempo de espera ha tenido tiempo de aclimatarse bien al clima castellonense, a parte de aprender rápido el idioma, el cual lo empieza a dominar bien.

Se llama Davide Castelli y es natural de la ciudad italiana de Clusone, donde nació un 30 de septiembre de 1999. Llegó a Vila-real procedente del Albinoleffe, de la tercera división del fútbol italiano. El delantero habló de las razones por las que fichó por el club de la Plana Baixa. «Cuando me llegó la noticia de que el Villarreal estaba dispuesto a ficharme y que en unos días tendría que preparar las maletas, fue el hombre más feliz del mundo. Vista mi situación allá en Italia y solo quería llegar a Vila-real lo antes posible para empezar esta nueva aventura, con muchas gana y motivación», dijo.

Se define como un jugador «fuerte físicamente, rápido y bueno en los balones aéreos. Me gusta mucho jugar de espalda a la portería; jugar de cara para luego buscar espacios en profundidad y, obviamente, meter goles que es la cosa más importante por un delantero». Llega del fútbol italiano al español y claro, hay notables diferencias. «Bueno, mucha diferencia no hay, sólo que en España a diferencia de Italia se juega con mucho más ritmo y todo. Y respecto al club donde estaba antes, a lo que me he encontrado aquí la diferencia es muy grande. El Villarreal es un club que cuida muy bien sus categorías inferiores», concluyó diciendo Davide Castelli.