El futuro de la Confederación de Empresarios de Castelló depende de la resolución del concurso de acreedores. La CEC heredó de los antiguos gestores una deuda de dos millones de euros, que está vinculada sobre todo a la antigua Cierval por cursos de formación.

En tercer lugar se sitúan los acreedores ordinarios, que contemplan 864.168 euros. En este caso, además de la quita del 50 %, la CEC propone una carencia en el pago de cinco años y su posterior devolución en un plazo de cinco años. Tras abonarse los ordinarios, sería el turno de los acreedores subordinados. Esta categoría incluye 571.028 euros que corresponden a la extinta Cierval.