La secretaria general del Partido Popular en Castellón, Elena Vicente-Ruiz, lamentó ayer que, de acuerdo a la información que obra en poder de los conservadores, el PSOE haya decidido premiar la corrupción y poner de número dos a una imputada como es Estíbaliz Pérez. Con esta decisión, el nuevo proyecto del PSOE «sienta en el banquillo de la vergüenza a todos los socialistas de la provincia», dice la dirigente del PP.

La responsable orgánica ha advertido que «el PSOE tiene un código ético que es evidente que en Castellón ni se han leído». La socialista se sentará en el banquillo el próximo mes de febrero y no por una cuestión administrativa, sino por colocar a gente en plazas públicas, según mantiene el PP. «Es una cuestión lo suficientemente grave como para que se tomen cartas en el asunto por parte del PSOE pero, en lugar de cesarla como alcaldesa, el PSOE apuesta por darle un premio».

La popular ha lamentado «la mala imagen que los socialistas dan a sus propios votantes que apuestan por una regeneración política» después de un congreso que ha dividido a los socialistas».

La secretaria general ha recordado el mal año de los socialistas de Castellón que, junto a las seis condenas por corrupción que acumulan este año, «también los imputados por presunta corrupción en la provincia en 2017 son socialistas».

El PP señala que El PSPV de la provincia cuenta ya con seis condenados por corrupción sólo en lo que va de 2017. Una situación escandalosa que de momento no ha implicado ningún movimiento entre las filas socialistas, ni del secretario de los socialistas Ximo Puig. La Audiencia Provincial ha condenado al exalcalde del PSOE de Vinaròs, Jordi Romeu, por trocear contratos y, a esto se le suma el hecho de que también el alcalde socialista de l'Alcora y cuatro de sus ediles han sido condenados este año por prevaricación.