Darío Poveda, que esta temporada se estrena en el Villarreal B, firmó el domingo ante el Atlético Baleares su segundo gol del actual curso liguero. Y fue, posiblemente, el más clave de todos porque fue el 1-0 en el minuto 41. Gol psicológico. Le tocó jugar a él y aseguró que «está muy caro poder estar en el once del filial». El ascenso de Dani Raba al primer equipo le dará muchas más opciones de tener presencia en el once, haciendo pareja con Adrià Dalmau, a no ser que el club fiche algún delantero antes del 31 de este mes.

El alicantino está contento «por el gol y, en especial, por la importante victoria conseguida por el equipo», y dejó claro que el 3-0 ante la escuadra balear fue «muy trabajo» y no quiso restar ni un ápice de mérito al triunfo, a pesar de la mala clasificación del rival. «Ningún partido es fácil en Segunda B. Es una categoría muy complicada», apuntó el ariete.

Ahora las miras del Villarreal B están puestas en el partido del domingo a las 17.00 horas contra el Atlético Saguntino en el Camp Nou de Morvedre. «Será un encuentro muy complicado. Allí tendremos que combatir contra un rival muy incómodo. Saldremos a competir al máximo para traernos los tres puntos y sí seguir en la zona alta de la clasificación», finalizó diciendo Darío Poveda.

Para esta cita el primer filial podrá recuperar al extremo Pedro Martínez, tras superar el proceso febril, así como el mediocentro Sergio Lozano, una vez se ha recuperado de su lesión. En cambio, será baja el lateral diestro Miguel Llambrich, por sanción. El Atlético Saguntino también perderá por sanción a su lateral ilerdense Adrià Gallego.