La decisión del Ayuntamiento de Castelló de reducir en media hora el cierre de las terrazas de la plaza Santa Clara ha soliviantado a los hosteleros de la zona. «Seremos las únicas terrazas de España en cerrar a las diez y media de la noche», afirmaba ayer el propietario de uno de los bares de la zona, que forma parte del entorno gastronómico de las tascas.

El ejecutivo municipal ha impulsado nuevas medidas contra el ruido en las tascas después de que las últimas mediciones hayan puesto de manifiesto que los esfuerzos realizados desde que se aprobó la ZAS en 2010 han sido insuficientes. Estos análisis han constatado unos niveles de decibelios que superan el 20 % del máximo marcado por ley durante tres semanas consecutivas en un plazo de 35 días. Ahora, el ayuntamiento anuncia, entre otras nuevas iniciativas, una rebaja de media hora -de 23 a 22.30 horas- en el horario de cierre del servicio de mesas exteriores de los bares de Santa Clara, además de una reducción de los eventos que se organizan en dicha plaza. Se añaden a la prohibición de vender bebidas alcohólicas en las calles de las tascas (Barracas e Isaac Peral) a partir de las 22.00, la instalación de toldos fonoabsorbentes o el incremento de la presencia policial.

Para los locales de Santa Clara, la disminución del horario en Santa Clara es un «sinsentido» y advierten que afectará a la marcha de sus negocios. «Se llenan la boca hablando de turismo y luego ponen trabas», afirman las mismas fuentes, que insisten en que instar a clausurar tan pronto las terrazas en una población «del Levante» es una «incoherencia». Asimismo, resaltan que las terrazas de Santa Clara hacen el mismo ruido que las situadas en otras ciudades de España.

En la última revisión de la ZAS en 2014 ya se estableció la hora de cierre de las terrazas de Santa Clara a las 23.00. Una vez se aprueben las nuevas medidas, el horario se constreñirá en otros 30 minutos.

Desde los hosteleros de Santa Clara denuncian que una cuestión que genera ruido es la obligación de retirar al interior de los establecimientos las mesas y sillas cada noche tras el cierre. «No podemos dejarlas apiladas y todos los días tenemos que meterlas dentro de los locales, con el ruido que provoca. Entiendo que el día que no abro tenga que llevarlas dentro, pero todos los días no tiene sentido», sostiene un propietario. «Desde el ayuntamiento me dicen que así lo marca la ordenanza, pero esta normativa la han hecho ellos y pueden cambiarla», remarcan desde el sector.

La actualización de la ZAS de las tascas y Santa Clara encara ahora un periodo de 30 días de exposición al público. Lugo se remitirá a la Generalitat para su aprobación definitiva. Cuando finalice este proceso administrativo entrará en vigor.

Cambio en la ley de Salud

Mientras tanto, el modelo tradicional de las tascas confía en asegurar su continuidad con un cambio de la ley de Salud Pública, que respaldan todos los partidos, que permitirá el consumo en la calle en determinadas zonas gastronómicas como las tascas.