Una menor ratificó ayer ante el tribunal, la sección 1ª de la Audiencia de Castelló, los abusos sexuales que sufrió por parte de un hombre, compañero sentimental de su madre. La víctima relató que el agresor la besaba, la tocaba en sus partes íntimas e incluso le mostraba videos de contenido pornográfico. El acusado, Gonzalo N. R. negó los hechos y declaró que la denuncia responde a «una venganza» de su expareja por poner fin a la relación.

Al término de la vista oral, la fiscal elevó a definitivas sus conclusiones y solicitó para el procesado una pena de 12 años de cárcel por un delito continuado de abusos sexuales y 9 meses por otro delito de provocación sexual. Tras la denuncia de los hechos por parte de la progenitora de la chica, el acusado fue detenido y ha permanecido en prisión provisional desde el 22 de marzo hasta el 28 septiembre de 2016.

En su escrito de calificación de los hechos, el ministerio público sostiene que el procesado «en el período comprendido entre el 6 de enero y mediados de marzo de 2016, en el domicilio que compartía con su compañera sentimental, con ánimo de satisfacer sus deseos sexuales y prevaliéndose tanto de la situación de convivencia, de la diferencias de edad y del rol paterno que desempeñaba, estuvo realizando a ésta [la víctima] diversos actos contra su indemnidad sexual, traducidos en besos en la boca, tocamientos de las partes íntimas e introducción de los dedos en la vagina y en el ano».

En su declaración, el procesado negó los hechos y señaló que la relación con su pareja se remontaba a cinco años, pero que la convivencia en común con ella y sus dos hijas limitó al periodo comprendido entre septiembre de 2015 y marzo de 2016 y que el trato que les dispenso fue cordial y de amistad, «la llevaba incluso al colegio», matizó. «Pero nunca mantuve ningún contacto sexual con ella. Yo jugaba con ella, pero siempre dentro de una relación de amistad», reitero.

El procesado señaló que abandonó el domicilio que compartía con su pareja tras encontrar otra compañera y, según él, esto desencadenó la denuncia de la madre contra él.

La víctima, admitió esa relación amistosa que tenía con padrastro, pero ratificó ante el tribunal los abusos sexuales que le imputa el fiscal. Según la menor, el agresor aprovechaba que su madre se iba a la ducha para cometer los abusos, aunque en alguna ocasión los realizó ante la presencia de su madre.

La madre de la chica rechazó la versión del agresor y aseguró que, en dos ocasiones, sorprendió a su pareja, acosando a su hija y fue entonces cuando ésta le confesó los hechos. La mujer indicó que el propio agresor le confesó los hechos en una conversación vía móvil. El acusado negó esa conversación y acusó a su expareja de manipular su móvil. «Me jaqueó el teléfono». Este extremo también fue rechazado por la mujer.